viernes, 26 de agosto de 2016

25. Bajo los muros de la fatalidad (Segunda parte).

Nota: Veinticincoavo capítulo del relato, para ir al primer capítulo pulse aquí:  Capítulo 1

Para ir a la primera parte del veinticincoavo capítulo pulse aquí:  Primera parte

En cuanto escuchamos el sonido que generaba la criatura al acercase a nuestro destino todos nos quedamos petrificados en el sitio temiendo el horror que nos acontecía. Tan solo Jack reaccionó ante los hechos bramando a los cuatro vientos el inmenso cabreo que sentía tras nuestros actos. –“¡¿¡Se puede saber qué demonios habéis hecho!?!”- El testaferro no esperó respuesta de los presentes, ya que mientras nosotros nos mirábamos incrédulos ante la culpabilidad que nos estaba echando, este se había dirigido hacia uno de los muebles cubiertos que se encontraban en la estancia, y con un ademán rápido quitó la sábana que lo cubría para mostrarnos algo que nos dejaría aún más conmocionados de lo que estábamos en esos momentos.

Lo que se exponía ante nosotros no era ninguna especie de mobiliario de época, como imaginé que sería el objeto señalado en un principio, sino que lo que cubría la lona era una montaña cuidadosamente colocada de una variabilidad de armas totalmente impresionante. En ella había de cualquier cosa que uno se podría imaginar que se pudiese usar como armamento en cualquier revuelta, desde palos con clavos sobresaliendo de sus bordes, hasta escopetas customizadas con cuchillos incluidos.



Jack no se lo pensó dos veces al verlas, pues cargándose a dos manos, escogió un par de armas de entre el montón, y las situó en su cinturón junto con la tercera ya obtenida con anterioridad. El resto salimos de nuestro asombro al notar como la criatura ya se encontraba en la cocina derribándolo todo a su paso en busca de nuestra presencia, y fuimos también a armarnos para tener alguna posibilidad, pero como cabía de esperar, dicho movimiento fue infructuoso pues, encañonándonos rápidamente con una de las armas, no nos dejó ni acercarnos a su alijo más preciado, que protegía incluso en estos momentos tan caóticos como los que estábamos viviendo en estos precisos instantes. –“Alto ahí, atajo de patanes, ¿qué os creéis que estáis haciendo? Estáis dementes si pensáis que voy a dejar que toquéis mis armas. Ya estáis buscando otra manera de salir de este embrollo en el que me habéis metido con vuestra entradita triunfal. ¡Venga, apartad de mi camino o seré yo quien os mate!”- Jack nos amenazaba con el arma cargada mientras la tremenda bestia ya estaba asomando con sus relucientes ojos a través del umbral atenta al ruido que estábamos ocasionando escaleras abajo.



Al verla nos dimos cuenta de que estábamos completamente acorralados en ese maltrecho desván sin posibilidad de escapatoria ninguna, lo que hizo que fuese en parte una reacción esperada lo que ocurrió a continuación. La chica que estaba a nuestro lado sufriendo nuestro mismo destino, al oír las palabras que profanaba Jack, salió a defender su vida rápidamente, arrastrándonos a todos con sus actos. –“¡Cállate demonio, y dame esa pistola que yo me largo! ¡No pienso morir aquí!”- y dicho esto giró por sorpresa hacia su izquierda donde se encontraba Jason, y con intención de quitarlo de en medio para ir hacia el montón de armas que Jack custodiaba, arremetió contra mi amigo con todas sus fuerzas para sorpresa de este que por poco se cae al suelo al no verlo venir. Fue entonces cuando una cadena de sucesos comenzó a desarrollarse al unísono. En cuanto vio lo que sucedía, Jason intentó agarrar a la chica para que parase de increparle, mientras Jack contrariado por los sinsentidos acontecidos, les apuntaba a ambos a la vez que les gritaba que se detuviesen sin lograr ningún efecto en la pelea. Yo por mi parte intenté apartarlos del foco de Jack y de la criatura encorvada, que ya estaba destrozando el marco de la puerta que le impedía acceder a nosotros con súbita fuerza lanzando con sus actos una nube de escombros escaleras abajo hacia nuestra dirección.



Al ver que la situación se estaba desmadrando por momentos, intenté por todos los medios que todo el mundo se tranquilizase para atender al verdadero peligro que nos acechaba a las espaldas, con dichas palabras. –“¡Parad de pelear entre vosotros o acabaremos todos muertos por esa cosa que viene por ahí!”- Jason que ya tenía inmovilizada a la muchacha por los brazos mientras esta seguía forcejeando sin parar para librarse de su agarre, giró la cabeza hacia mi posición al oír mis ecos, y me gritó con fuerza para exponerme de manera altruista las siguientes palabras. –“¡Tomek, escucha! A ti no puede matarte porque sabe que si lo hace Larson iría a por él, así que aprovecha la ventaja y ve a por un arma, ¡rápido! ¡No te preocupes por nosotros! ¡Recuerda que nuestra prioridad es salvar a Cameron, yo ya me las arreglaré!”-

Jason miró a Jack desafiante que aún seguía allí plantado apuntándonos con el arma con los dientes apretados de la frustración que sentía. Sabía que Jason tenía razón, y que no quedaba nada de tiempo para discutirlo, pues la criatura se retorcía chillando por el hueco de la puerta destrozadolo con afán destructor para dar caza a mi amigo que se encontraba justo a escasos metros de ella al umbral de las escaleras. Era ahora o nunca. Así que sin pensar si quiera en que Jack pudiera arriesgarse a dispararme, arremetí contra él con todas las fuerzas que me quedaban, y logré empujarlo lo suficiente para dejar un espacio libre entre él y las armas.



Entusiasmado por la hazaña corrí hacia el armamento y logré coger un revolver que asomaba por encima del montón antes de que Jack pudiese impedírmelo, pero entonces, en cuanto lo tenía sujeto entre mis manos, un golpe directo a mi cabeza hizo que me tambalease y me cayese al suelo totalmente mareado. Jack, se había repuesto de su zarandeo, y me había dado con la parte de la culata de su arma para inhabilitarme. Sentía como mi cabeza daba vueltas al verle alzar el arma de nuevo desde mi posición descendida, para poder dejarme inconsciente en esos momentos de pánico. Pero antes si quiera de que pudiera arremeter de nuevo contra mi persona, un grito helador nos dejó a los dos estupefactos en el sitio, girando la cabeza en la dirección de la que provenía para ver de qué se trataba. La bestia ya había conseguido meter todo su cuerpo por el enanchado hueco, y ahora se deslizaba en dirección a mi amigo, y a la chica completamente catatónica, que miraban con horror como la criatura se les acercaba mientras intentaban escapar a duras penas de su alcance. En cuanto lo vi, grité a pleno pulmón el nombre de mi compañero mientras alzaba el arma para frenar a la bestia sombría que avanzaba rauda a su encuentro. Pero a pesar de mis grandes esfuerzos no era capaz de lograr fijar mi objetivo debido al mareo tan grande que me había propiciado el golpe anterior. Apreté los dientes, y grité de pura frustración. Sabía que este sería el fin para ellos si no me decidía a disparar, pero si lo hacía y erraba en el tiro podría ser yo el que les mandase al final de sus días prematuramente. Era una completa desesperación que me absorbía por completo, dejando en un segundo plano todo lo relacionado con Jack y sus ataques. Por eso imagino que me sorprendió tanto cuando el sonido de su voz retumbó en las paredes desde una posición más alejada de la que se encontraba hacía unos instantes. –“¡Agachaos, todos. Ahora!”-.

En cuanto sentí su voz me arrodillé, y miré hacia su posición pudiendo comprobar como sus palabras venían acompañadas de un acto que revelaba que de un cuchillazo había cortado una cuerda que estaba tensada en la esquina de la estancia. Acto seguido, y temiéndome lo peor, me aprisioné contra el suelo, sintiendo como un aire cortante pasaba velozmente por encima de mi cabeza, direccionándose hacia la zona de las escaleras de manera rauda y veloz, hasta frenar abruptamente con un ruido seco, en lo que parecía algo realmente húmedo. Al sentir el golpe pude escuchar además, como en el acto la criatura comenzó a gritar furiosamente a mis espaldas totalmente desesperada como no lo había hecho antes, por lo que me incorporé levemente para observar la escena de como un hacha de enorme tamaño había hecho contacto en el centro de su pecho, de donde le brotaba una incesante sangre oscura a borbotones que ya comenzaba a resbalar por las escaleras haciendo del sótano un gran escenario dantesco con su presencia.

Jason y la chica, estaban a unos pocos metros de dicha monstruosidad todavía medio agachados observando el horror de como la criatura se retorcía incontrolablemente en su delirio, intentando librarse de semejante tortura. Al verles tan indefensos ante tal temeridad, me apoyé en el suelo para levantarme lleno de ira por todo lo que había sucedido y que aún estaba sucediendo cada día por culpa de esos abominables seres que me habían arrebatado tanto en este lugar, y grité al frente. –“¡Jason, salid de ahí! ¡Voy a acabar con él!”- Dejando tiempo a que mi amigo y la chica salieran del ratio de mi visión para vaciar el cargador contra esa enorme bestia sin molestarme esta vez en apuntar como era debido para aniquilarla de un balazo.



En cuanto terminé pude observar como la criatura colgaba inerte del hacha completamente muerta. Su sangre ahora salía por más orificios causados por las balas, lo que hacía que su olor se mezclase con el de la pólvora liberada, invadiendo toda la estancia en la que nos encontrábamos estupefactos por la situación. Nadie dijo nada por un segundo, tan solo se escuchó mi arma caer contra el suelo en un intento de liberación dada por mi persona sobre lo que acababa de pasar. Con un suspiro miré hacia mi amigo, el cual fue el primero en romper el hielo dedicándome unas palabras de afecto ante mis hechos pasados, como solo él sabía hacerlo. –“Al final no sé cómo lo consigues pero siempre acabas salvándome el pellejo. Muchas gracias Tomek. No se cómo voy a acabar pagándote todas las que te debo pero créeme que lo acabaré haciendo”-. Jason me sonreía abiertamente mientras yo ya negaba con la cabeza ante las palabras expuestas por mi amigo con toda su buena intención. –“En esta ocasión no he sido yo el que te ha salvado, sino él. Si no llega a ser por la trampa que liberó de su atadura, ninguno de nosotros estaríamos aquí en estos momentos. Así que si le debemos algo en estos momentos a alguien es a él, no a mi”-. Señalé con el dedo a Jack que se había dispuesto a esparcir la sábana que tapaba las armas por el suelo para evitar que la sangre estropease el armamento, y con un tono monótono de voz me dedicó unas palabras muy típicas de su persona. –“Tenía mis motivos para ello, así que no me vengas con sentimentalismos de los tuyos que te meto una bala en la cabeza como sigas con el tema”-.

Al escucharle observé como Jason le miraba fijamente sin decir nada. Sabía a la perfección que no iba a darle las gracias a su hermano por haberle salvado, así que no me sorprendió su actitud. Sin embargo la chica sin contenerse lo más mínimo, ya se había adelantado a decirnos unas palabras sobre lo que opinaba de todo este tema al respecto. –“¡¿¡Darle las gracias dices!?! ¡Pero si casi nos matamos por su culpa! ¡Podría haber lanzado el arma colgante cuando la bestia apareció por la puerta, y no lo hizo! Esperó a que casi nos tuviera encima para soltarlo. ¡Solo quería jugar con nosotros!”- La muchacha seguía con los nervios a flor de piel tras el momento sufrido con anterioridad. Estaba claro que por mucho que viviese el terror del pueblo en sus carnes, se las había arreglado para no ser parte de un enfrentamiento tan directo como el que habíamos tenido hacía un instante. Podía ver como su nerviosismo e incomprensión se asemejaban a los míos cuando llegué a este lugar, y no comprendía nada de lo que estaba sucediendo. Por eso quise intentar tranquilizarla, para que en este momento tan tenso pudiese relajarse un poco y hacer así las cosas más amenas. Pero por sorpresa, antes incluso de que yo dijese una palabra acerca del tema, Jason se me adelantó, y le dedicó a la chica unas palabras en defensa de los actos de su hermano. –“La cuerda fue cortada en el momento justo. Sino, con su trayectoria fijada, dudo que le hubiese dado a ese maldito ser en alguna extremidad si quiera, si la hubiera liberado nada más ver que entraba por la puerta. Ahora estamos bien que es lo importante. Así que relájate un poco, y céntrate en el tema al que hemos venido todos a este lugar, porque créeme cuando te digo que no pienso dejar que ni tu ni nadie se lleve a Cameron más que nosotros dos. Por lo que lo único que te queda es maquinar un plan de huida para salir con vida de aquí mientras este nos dice dónde está”-. En dichos momentos Jason miró a Jack que lo observaba altivamente desde su posición en silencio ante sus ecos. Al sentirse señalado, enseguida dio a ver su punto de vista para que no hubiera duda alguna sobre su posición en este aspecto  –“¿Crees que como no os he dejado morir ahora voy a satisfacer todos vuestros caprichos? Suerte tenéis de que no os fría a balazos por ser los causantes de tal alboroto. Ahora salid de mi casa antes de que me arrepienta y os mate a todos”-. Jack volvía a los inicios de cuando creía tener la sartén por el mango, pero lo que no sabía es que el destino iba a hacer de nuevo de las suyas en ese inhóspito lugar.



-“¿Qué es ese ruido?”- En cuanto Jack terminó de hablar, la chica profanó sus amenazas con dicha respuesta, la cual no entendimos de primeras al estar tan centrados en la tensión del momento. En cuanto la escuchamos inmediatamente todos la miramos extrañados en silencio, intentando comprender a que se refería con tales palabras. Fue entonces cuando escuchamos que cerca de su persona, en dirección a donde Jack había salido de improvisto cuando entramos en dicho lugar. Como un sonido corto y sumamente continuado se escuchaba tras las paredes del sótano, haciéndonos ver que algo intentaba abrirse paso suavemente, para acudir a nuestro encuentro.

En cuanto oímos su perceptible eco todos nos quedamos mirando hacia esa dirección alarmados mientras la niña exponía su preocupación sobre quien podría estar causando semejante ruido. –“¿Será otro monstruo de esos que viene por nosotros desde otro lado de la casa?”-. En cuanto soltó dichas palabras ella misma se tensó ante la posibilidad evidente de que tuviese razón, pero adelantándose hacia la dirección del sonido, Jason la relajó con los siguientes argumentos. –“Si hubiera sido uno de ellos ya habría reventado la pared y estaría matándonos a todos. Esto solo puede estar causándolo una persona”-. En ese momento en el que veía ir a mi amigo hacia la puerta escondida por la oscuridad, caí en la cuenta de que podía estar equivocado en sus cavilaciones. Seguramente se pensaba que era Cameron el que estaba originando ese ruido para poder hacerse visible a nuestros ojos. Sabíamos que estaba escondido por el lugar por lo que no sería del todo descabellado. Sin embargo había que tener también en cuenta que la última vez que lo vimos estaba completamente impedido. Por lo que, o había mejorado y era él el que estaba causando tal sonido para captar nuestra atención, u otra cosa era la que estaba originando tal golpeteo, y Jason estaba yendo totalmente confiado hacia su encuentro.

Al ver como mi amigo caminaba con cautela hacia la incertidumbre me embargó el desamparo. Debía pensar con raciocinio para no sufrir otra perdida inminente. Por eso, con dicho pensamiento todavía en mente me dispuse a observar la reacción de Jack, que por sorpresa para mi persona era el más sorprendido de todos por los ecos producidos. Estaba claro que algo estaba fallando en esta situación. Así que decidí ir detrás de Jason, el cual ya se encontraba intentando abrir la antigua puerta, por si algo fuera a ocurrirle en dicha situación. Ya que si hubiese sido Cameron el causante del alboroto, Jack no nos habría dejado dar un solo paso en la dirección indicada. Por eso, con un prudente llamamiento, intenté que mi amigo fuese más cuidadoso para evitar destapar algún peligro con sus actos. –“Espera Jas…”- No logré decir más pues con una mano levantada de espaldas a mi persona, Jason me advirtió que parase mis explicaciones mientras con la otra ya abría con un chirrido la puerta expuesta frente a él. Al verlo me quedé expectante ante lo que podía suceder en dichos momentos, pero lo que ocurrió a continuación superó sin dudas mis conjeturas acerca de lo que se encontraba al otro lado de la puerta, dejando ver lo cruel que es el destino con las personas que más quieres.

Allí delante de Jason se encontraba Cameron, de pie, para asombro de todos, y con la frente repleta de sangre reciente que debió hacerse al golpear la pared con ella. Al verle sentí una inmensa alegría mientras escuchaba a Jack a mis espaldas profanar un –“pero, ¡¿¡cómo demonios lo ha hecho!?!”- lleno de estupefacción. Jason por su parte ya se estaba riendo lleno de alegría mientras se metía en el hueco a por su querido amigo que lentamente le estiraba los brazos para darle también alcance. Era un milagro. Un verdadero acto asombroso que se expandía ante nosotros como un rayo de esperanza. Al fin parecía que Cameron se recomponía de sus males. Pronto le tendríamos de nuevo plenamente entre nosotros y podría sacarle de allí para que tuviese una vida normal y feliz. Este pensamiento me llenó de gozo por lo que intenté salvar los metros que me distanciaban de ellos para celebrarlo con mis amigos, pero el destino quiso que no fuera así, pues mientras avanzaba pude ver como los brazos de Cameron que habían ascendido para abarcar a Jason, quien lo aceptaba alegremente como señal de afecto, se habían levantado demasiado y ahora sus dedos habían comenzado a rodear el cuello de mi amigo, el cual petrificado por la sorpresa del momento, era incapaz de creerse como su querido compañero estaba intentando estrangularlo en ese preciso momento. Al verle grité el nombre de Cameron, y salvé la última distancia que me quedaba para quitarle el agarré a mi amigo, que ya intentaba sujetarle para intentar zafarse de su agarre de manera que no lograra dañarle con sus esfuerzos, sin creerse todavía que el chico estuviera intentando matarle. Si digo la verdad, no me fue nada difícil deshacer el aprisionamiento pues Cameron estaba sumamente débil, y ni si quiera había dejado huella en el cuello de Jason, que ya se lo estaba frotando con sus manos de la impresión que le había dado sentir como su amigo había intentado matarle.


Al ver que lo frenaba, Cameron fue débilmente a intentar cogerme a mí, por lo que le agarré los brazos, y me situé en frente de él para que me viese bien mientras le decía. –“Ey, Cameron, somos nosotros. ¿Nos ves bien? Este es Jason, no Jack. Hemos venido a por ti. Vamos a sacarte de aquí. Vamos, tranquilo. No te me resistas. Vamos, que soy yo, Cam. En serio, para. No hemos venido a hacerte daño. ¿No nos reconoces? Vamos, tranquilo que vas a ser tú el que te hagas daño como sigas así. Vamos, tranquilo. Tranquilo, Cameron. Tranquilo”- Jason ya se situaba a mi lado, y entre los dos logramos reducir las débiles contorsiones que hacía el chico para librarse de mi agarre. Jason me miró con preocupación y yo le devolví la mirada mientras aun sentía el esfuerzo exacerbado que intentaba hacer Cameron para moverse con debilidad contra nuestro agarre. Fue entonces cuando la voz de Jack interrumpió en la escena para exponer en voz alta lo que todos estábamos temiendo secretamente en nuestro interior. –“Parece que Hyter se ha hecho un arma nueva con el chaval. Es una pena. Si no estuviera convencido de que no debe distinguir entre testaferros y cazadores, dejaría que os lo llevaseis para ver como os mata a todos en cuanto recuperase fuerzas. Sin embargo, como me imagino que en cuanto pueda vendrá a por mí sin importarle morir en el intento, me curaré en salud y le mataré antes de que esto vaya a más y tengamos un asesino descontrolado buscándonos sin descanso por todo Dunwich. Venga, apartad que voy a acabar con esto de una maldita vez.”-
Continuará…


viernes, 19 de agosto de 2016

25. Bajo los muros de la fatalidad (Primera parte).

Nota: Veinticincoavo capítulo del relato, para ir al primer capítulo pulse aquí:  Capítulo 1

En cuanto me expuso tales palabras me quedé petrificado en el sitio mirando fijamente como se alejaba –“¿Cómo que a casa de tus padres? ¿Es que acaso crees que tenemos alguna posibilidad contra Jack estando en el estado en el que nos encontramos? Será mejor que regresemos a la cabaña con Magda y Peep para elaborar un plan lo antes posible. Sé que Peep y yo no acabamos muy bien la última vez que nos vimos, pero si la causa es por el chico estoy seguro de que hará lo que sea para salvarlo”-.

Jason se había parado unos metros más allá de mi presencia para escuchar mis temores. Sabía que era arriesgado dejar solo a Cameron con Jack, pero por cómo se habían desarrollado los acontecimientos hasta ahora, este no parecía tener intención de matarlo, o al menos hasta que hubiese cumplido su objetivo de informar a Larson de su estado.

Sin embargo, en lo respecto a nosotros la historia cambiaba, ya que dado su historial estaba seguro de que en cuanto nos viese entrar por la puerta recibiríamos algún que otro balazo que nos dejaría sin vida al momento, y más si se llega a enterar antes de que acabábamos de suplantarle en el ayuntamiento. En definitiva, la idea se me planteaba como algo imposible de llevar a cabo sin perder en el camino más de una valiosa vida que lamentaríamos después por haber sido tan imprudentes al respecto.Por lo que intenté que Jason recapacitase acerca de ella, pero por desgracia mi amigo no pensaba lo mismo que yo, pues con un ademán de mano para indicarme que continuásemos, me expuso dichas palabras sentenciadoras. –“No tenemos tiempo para ponernos a idear un plan elaborado, Tomek. Vamos completamente contrareloj. No creo que Larson confíe tanto en Jack como para no mandar a algún otro miembro de los testaferros en la búsqueda del chico bajo manga. Además, Magda y Peep ya no están allí. Cuando dije que iría a por vosotros, Peep decidió que regresarían a su cabaña, y que una vez allí encontraría un lugar seguro para ocultar a Magda. No te preocupes por ella, aunque Peep tenga sus dudas acerca de ti, y de todo lo que te rodea. Magda es para él más que una compañera. O al menos esa intuición me ha dado por como la trata. Dudo que ella sepa nada, ya que su marido y él fueron muy amigos y eso es algo sagrado para Peep, por lo que no creo que interfiera en su luto para nada. Pero si he visto como hace verdaderas locuras por ella a la mínima ocasión, así que no te agobies que estoy seguro de que están bien a salvo los dos. En cuanto a Jack, me imagino que durante todos estos años habrá construido todo tipo de trabas para que nadie entre en su morada. Que yo sepa cuando se unió a los testaferros rechazó vivir con ellos, y se mudó de nuevo a nuestro antiguo hogar convirtiéndolo en su fuerte infranqueable para mantenerse completamente a salvo en todo momento. Más de un cazador ha perdido la vida al intentar darle caza en sus dominios. Pero no cuenta con que yo también conozco la casa, y se dé un sitio donde nos podemos colar sin ser vistos. Con un poco de suerte entraremos sin dar cuenta de nuestra presencia, y no hará falta hacerle frente a no ser que sea absolutamente necesario”-

Mientras me relataba la información ya había vuelto a tirar de mí para que me metiese en la dinámica del plan sin perder tiempo alguno. Yo tenía mis dudas acerca de toda la lógica que me había relatado tan concienzudamente, pero también pensé que aunque fuese una idea arriesgada en la que posiblemente tuviésemos muy pocas posibilidades de sobrevivir, en una cosa estaba en lo cierto. Dicho proposito era el más factible si Cameron se encontraba recluido en casa de los Alvery. Si esperábamos a estar con refuerzos, podría ser demasiado tarde a la hora de recuperarlo, ya que seguramente, en cuanto Larson se enterase de su estado pondría unas medidas infranqueables a su hijo para que no pudiésemos acceder a él. Por lo que reduciendo la lista de posibles, debía darle a mi amigo la razón en su convencimiento. –“Supongo que estás en lo cierto, Jason. Si queremos acceder al chico debemos ir cuanto antes a buscarlo. Aunque sigo pensando que como tengamos que enfrentarnos a Jack en estas condiciones va a ser terrible”-.

En cuanto dije tales palabras observé como Jason giraba a su derecha, dejando al lado contrario el camino que debíamos tomar para ir a nuestro antiguo hogar. Había tomado un desvío ascendente hacia la montaña donde se vislumbraba la silueta de una gran casa a lo lejos. Este emprendió su marcha hacia dicho lugar, y centrado como estaba en el camino pedregoso que se nos abría ante nosotros sinuosamente enrevesado, me contestó con total seguridad a mis miedos, dejándome intuir que se guardaba más de un as en la manga para que dicho plan saliese como debiera. –“Tranquilo, Tomek. Si todo va bien. Ni si quiera le veremos la cara a ese mal nacido. Nuestra prioridad será la de buscar al chico en el lugar donde creo que debe tenerle encerrado. Así que iremos hasta allí evitando cruzarnos con él en el camino. La casa es grande así que con un poco de suerte, ni si quiera se enterará de que hemos entrado hasta que ya estemos con Cameron de vuelta a la casa de tus padres. Confía en mí. Ya verás como todo sale genial”-. Dicho esto me sonrió, y me dio un golpecito en la espalda para infundirme confianza. Yo le agradecí el gesto con una con un movimiento de cabeza a modo de confirmación, y juntos nos aventuramos en silencio hacia el atrincherado lugar, sin sospechar que nos aguardaría más de una sorpresa en su desolado interior.



Durante el trayecto, volvimos a torcer a la derecha, conectando con las lindes del pueblo, donde podía entreverse ya, el puente por el que había entrado a la ciudad hacía ya lo que parecía una eternidad. Al visualizarlo me lo quedé mirando con cierta nostalgia en el corazón. En dicho momento no pude pensar sino en todo lo que había sucedido desde entonces, y como el Tomek que había entrado con paso confiado por dichas aceras, era ya un extraño para mi persona en estos momentos en los que la locura y el frenetismo abarcaban todo mi mundo.

Mi ensoñación nostálgica hizo que me quedase un rato absorto en mis pensamientos hasta que un ruido continuado de maleza dañada hizo que volviese a la situación, centrándome en lo que importaba en dichos momentos. Por lo que continué con el ascenso prolongado, y con un movimiento de cabeza busqué la localización del ruido, observando atónito como mi amigo medio ciego estaba luchando completamente contra la naturaleza del lugar, en un estado de oscuridad total, mientras intentaba subir ladera arriba donde se vislumbraba la silueta de una vistosa casa, cada vez más majestuosa a medida que nos íbamos acercando. –“Vamos, Tomek. Un esfuerzo más que casi estamos ya en la cima”-. Jason me alentaba desde su ángulo de posición mientras yo ya me acercaba a él para facilitarle el trabajo. Su tenacidad me asombraba, y me daba algo de respeto a la vez. Si me preguntaran a día de hoy que pensaba sobre la focalización exacerbada del amigo más valiente que poseía en estos momentos, les diría que no sabría decir si era movido por él mismo, o por la locura obsesiva de no perder a nadie más debido a los traumas de su infancia. Sabía a ciencia cierta que si le dejaba hacer acabaría peor de lo que se encontraba por salvarnos a todos de algún peligro. Por lo que decidí que partir de ahora debía adquirir más el mando de nuestras actuaciones, al menos hasta que se recuperase de sus heridas, si quería que sobreviviese a nuestros alocados planes como lo había hecho hasta ahora. Así que me conciencié sobre la marcha siguiendo su camino, y esperé a tener la casa suficientemente cerca para exponerle mi plan de acción correspondiente. –“Vale, Jason. Ya estamos aquí así que dime por donde tengo que entrar para que ninguna trampa de Jack me arranque el cuello de cuajo”-.

En cuanto expuse dichas palabras Jason se frenó de golpe y me miró furiosamente, como si lo que había dicho era una tremenda barbaridad. A su espalda ya se levantaba el asombroso caserón, que para mi asombro no tenía ni una sola luz encendida. Podrían no estar en casa, o estar escondidos en cualquier parte para acecharnos en las sombras al haberse percatado de nuestra presencia. Eran las dos opciones completamente válidas que Jason ignoró por completo, ya que con un tono de voz más alto de lo normal, me explicó que las condiciones del plan no eran negociables. –“Deja de tratarme como si estuviera invalido de una maldita vez, y escúchame bien. Aquí no valen fallos. Debemos actuar rápido y bien, si queremos salir vivos de esta. Aquí no van a estar ni Hyter, ni Peep, ni nadie que te haya ayudado antes para socorrerte en caso de auxilio excepto yo. Por lo que ante todo déjame a mí al mando, y ten en cuenta todo lo que te digo para sobrevivir, porque es mi casa, es mi hermano, y es nuestro amigo el que está ahí dentro sufriendo la pesada carga de Jack. Así que déjate de hacerte el héroe por una vez, y deja que yo me encargue de todo lo referente a esta casa. Venga, vamos que como sigamos aquí parados vamos a acabar llenos de balazos en un abrir y cerrar de ojos. Ven, es por aquí”-. Y Jason, sin esperar una respuesta de mi parte, se adelantó a la parte trasera de la casa donde no parecía haber nada especial, salvo para sus ojos expertos en dichas paredes.



-“A ver, sé que era por aquí…, tiene que estar cerca… si, aquí está. ¿Ves esta ventana, Tomek? Pues la rompí cuando era un crío al empujar a Jack contra ella en una de nuestras continuas peleas. Mi padre intentó arreglarla pero el enganche se quedó algo flojo, por lo que si hago así… y así… ¡Ya está! Entrada preparada para nuestro acceso a la casa”-. Jason me miraba sonriente con el hueco de la ventana abierto hábilmente con sus manos. Yo aún era incapaz de creer como recordaba esas cosas tan nimias de su infancia, cuando yo ni si quiera era capaz de acordarme de cualquier accesorio roto en mi hogar. Le devolví la sonrisa asintiendo a sus palabras, y entré después de él en lo que parecía haber sido una sala de estar muy bien amueblada que había pasado malogradamente por el tiempo en desuso, haciendo que los muebles, y los suelos estuviesen resbaladizos a causa del polvo acumulado.

Una vez instalados dentro, y desde mi posición pude observar como Jason analizaba detalladamente la estancia gracias a su ojo ya no tan bueno desde que le habían noqueado los testaferros, y a la luz de la luna que bañaba con su pálido resplandor la estancia a través del hueco utilizado para entrar en sus dominios. En cuanto comprobó que estaba todo en orden se me acercó, y con la mayor de las prudencias para no ser oído, me relató sus impresiones. –“Estaba seguro de que esta parte de la casa no estaba siendo utilizada porque como ves, está muy apartada y llena de muebles. Cameron estará en el sótano, o por esa zona en concreto, así que nos escabulliremos hasta allí procurando no hacer ruido. No tengo muy claro donde está ubicado Jack, ya que he intentado escuchar a ver si oía algún ruido en la parte superior donde están las habitaciones, pero no he logrado oír nada. Así que aunque seguramente no esté en casa, iremos con prudencia hasta cerciorarnos de que estamos solos para no correr riesgos ¿de acuerdo?”-.

Jason me hablaba lo más suave posible para no revelar nuestra presencia por lo que yo también colaboré con su plan de sigilo y asentí solamente a sus palabras, para ponernos en marcha lo antes posible. Si Cameron estaba solo en el sótano debía de estar sufriendo un verdadero calvario por mucho que Hyter le hubiera anulado por completo. Así que apresurando el momento, seguí a mi amigo por su casa rezando por no tropezar con ningún artilugio del macabro Jack que revelase nuestra posición, y juntos nos encaminamos hacia una puerta color caoba situada en la cocina que daba directamente hacia el lugar deseado.

La luz en esta parte de la estancia era más intensa que la expuesta en el pasillo colindante, cosa que agradecí en parte enormemente, pero aunque me alegraba poder ver de nuevo, estábamos completamente expuestos en una casa extraña a merced de que el delator nos descubriese, por lo que apurando a Jason le expuse unas palabras apremiantes de las que me arrepentiría más adelante. –“Vamos date prisa en abrirla, o acabará enterándose todo el vecindario de que estamos aquí”-. Jason que no quitaba ojo al picaporte de la puerta en cuestión, se apresuró a confirmar mis palabras con la cabeza, y muy lentamente, inició el giro del picaporte para no producir más ruido del necesario. Al realizarlo, la puerta, chirrió levemente al entreabrirla, y una vez se hubo filtrado la luz necesaria para visualizar las escaleras, Jason se volvió y me dijo –“La luz está abajo así que arrima la puerta, y ten cuidado con las escaleras. Yo iré delante para abrirte el camino”- Y con tal despedida, se adentró en la oscuridad del subterráneo que segundos más tarde me engulliría a mí por completo tras seguir sus pasos.

Al perderle de vista, comencé a descender por las escaleras con toda la suavidad posible que me permitían mis zapatos intentando no caerme a causa de la poca visibilidad que tenía a mí alcance. Delante de mí, sentía a Jason liderar la marcha, yendo hacia el fondo de la estancia sin problema alguno como si hubiera realizado este camino cientos de veces, toqueteando continuamente las paredes en busca de algún alambre, o trampa en general que hubiera puesto Jack en algún momento anterior. Pero por suerte no encontró nada. La zona se encontraba totalmente libre de cualquier peligro, y para cuando bajé el último escalón, mi amigo ya había encendido la luz del sótano iluminando así toda la estancia para realizar nuestra búsqueda más concienzudamente de nuestro amigo.

Durante nuestro rastreo nos dimos cuenta que en la sala nos encontrábamos él, yo, y por desgracia, solamente unos trastos viejos apilados debajo de sábanas. No había ni rastro del chico por lo que mi amigo profanó para sí su desdicha al fracasar en su planificación anticipada con anterioridad. –“¡Mierda! Estaba seguro de que estaría aquí confinado. Venga, vayamos a los pisos superiores a ver si lo ha metido en alguna habitación”- Jason ya me señalaba a la puerta para que partiéramos, pero el destino hizo que no diésemos ni un paso, pues al visualizar a mi amigo, al lado del interruptor caí en la cuenta de que a sus pies, había algo que me resultaba vagamente familiar. –“Oye Jason, ¿eso del suelo no es la bata del hospital que llevaba Cameron la última vez que lo vimos?”- Jason inmediatamente miró hacia sus zapatos, y se agachó para recoger la prenda que tenía a sus pies. Con dicho objeto estaba más que claro que Cameron se encontraba en dicho lugar por lo que aún había esperanza. En cuanto me di cuenta de tal hecho corrí hacia Jason para examinar la prenda juntos, pero entonces, justo cuando ambos estábamos dándole vueltas buscando alguna pista que nos fuera de utilidad, una voz resonó con fuerza en la estancia, haciendo que nos diésemos cuenta de que provenía de lo más profundo del sótano. –“Pensé que estaría más cómodo con ropa de andar por casa, así que se le cambié antes de que llegasen las visitas para que disfrutase cómodamente de vuestra muerte, como buen anfitrión que soy”-.



Al oírlo instantáneamente Jason soltó la prenda, y se llevó la mano al revolver que tenía en la chaqueta. Yo por mi parte me quedé atónito ante la figura de Jack que salía de entre las sombras de una puerta interior en la que ambos no habíamos reparado entre tanto inmueble esparcido por la sala. Sin pestañear apenas, Jason fijó claramente a su objetivo, y preguntó con suma rabia acumulada la pregunta que ambos nos estábamos haciendo en dichos momentos. –“Donde lo tienes, Jack. Dímelo, o juro que te vuelo la cabeza ahora mismo”-. Sabía que era imposible hacerle entrar en razones en dicha circunstancia, así que me esperé lo peor al oír como Jack lejos de responder, le provocaba aún más. –“Tal y como está tu vista ahora, tienes más posibilidades de darle a Tomek antes de que me aciertes a mí. Aquí los únicos que van a morir sois vosotros dos, así que déjate de gilipolleces y comienza a suplicar por tu vida ahora que aun puedes hablar”-.

Jack se encaminó a sacar también un arma de sus ropas pero se quedó a medio camino, pues un extraño ruido se había escuchado en la planta superior indicando que algo estaba ocurriendo en dichos dominios. –“Vaya, ¿os ha dado tiempo de traer refuerzos? ¿A cuál de los dos inútiles voy a tener la oportunidad de matar?”- Jack se sentía libre de mirar hacia el techo, mientras Jason aun le estaba apuntando con los dientes apretados. Sabía que manteniendo el secreto del paradero de Cameron, el testaferro estaba libre de heridas por mucho que le amenazasen, por lo que se sentía de lo más relajado dominando la situación. Lo que no sabía es que debido a ese relax, me había dado una pista crucial de donde se encontraba nuestro amigo en estos momentos de infortunio. –“Tiene que estar por aquí”- Dije rápidamente en un desvanecido susurro aprovechando el despiste de Jack ante el ruido. Jason me miró de reojo extrañado, y de repente abrió los ojos exageradamente ante la sorpresa de entender lo que le estaba diciendo. Si Jack se pensaba que Peep o Magda nos habían acompañado es que Cameron estaba cerca de él donde lo tenía controlado. Sino podría haber pensado que se había caído de su soporte, o algo similar como había pensado yo instintivamente en el momento en que sentí el golpe.

Jason volvió a mirar a Jack que seguía creyendo que tenía la sartén por el mango, y no dijo nada más. Apuntó hacia su hermano, y sin que él se lo esperase, disparó. Errando en el tiro y dando sin querer a la puerta debido a su empobrecida vista. Fue entonces cuando el caos comenzó a reinar en el lugar. Observando que había fallado, Jason hizo una mueca de enfado y se dispuso a apuntar para disparar de nuevo, pero su tentativa quedó anulada por otros sonidos de disparos comenzaron a resonar cerca de nuestra posición disparados milagrosamente desde la puerta, sin que fuera Jack el autor, ya que debido al disparo ocasionado contra su persona, se había lanzado hacia un lado, y todavía semi apoyado en el suelo, observó atónito cómo corríamos despavoridos hacia su dirección escapando de los desperdigados impactos que surgían hacia las paredes debido a que el tirador se encontraba en un ángulo muy elevado para su difusión. Juntos ya los tres en la misma ubicación, vimos como un correteo por las escaleras indicaba que alguien bajaba a toda prisa a nuestro encuentro. Por el sonido de vitalidad, supuse que no sería Cameron, pero a pesar de ello, ni en mil años me hubiera podido imaginar a la persona que ya se situaba en frente de nosotros con un arma levantada encañonándonos ahora directamente. Increíblemente, observé atónito como reconocía su rostro en el acto. Era la chica que encontramos en el bosque con los campesinos de la edad de Cameron, que advertía a sus compañeros sobre lo que les haría el alcalde sino lograban llevarnos con vida ante su presencia.



Al verla recordé las palabras de Jason respecto al alcalde, y de como este no iba a permitir que solo Jack se encargase de buscar a su hijo. Lo que no me esperaba sin embargo, es que mandara a una criatura tan pequeña a meterse en la boca del lobo. La pobre chica intentaba mantenerse lo más fuerte que podía dada la situación en la que se encontraba enfrentándose a tres hombres adultos, y con voz un poco temblorosa preguntó. –“¿Dónde está el hijo de Larson?”- confirmando mis sospechas alzadas sobre su propósito en la sala.

Todo el mundo se quedó en silencio ante la sorpresa mayúscula que aun estábamos viviendo. Tan solo Jack que parecía más exasperado que otra cosa, expuso con un tono molesto. –“Vaya, vaya, más ratas que vienen a por el trozo de pastel. Si lo llego a saber lo dejo abandonado en el bosque, y os organizo unas pistas para entreteneros.”-

Al escuchar sus palabras la chica gritó un –“¡cállate!”- mientras apuntaba temblorosa a su dirección. Esto podía acabar muy mal para todos, ya que Jack se había puesto a contar tranquilamente las balas que le quedaban en la recamara sin hacerle el mejor caso dispuesto a eliminarla por completo, por lo que decidí intervenir para calmar las cosas. –“Por favor, parad los dos esta locura, o no saldremos ninguno vivo de aquí. Además ambos trabajáis para que Larson tenga de nuevo a su hijo, así que no hay necesidad de amenazaros de esa manera”- Aunque intenté parecer lo más racional posible en mi alegato, no pareció hacer el efecto deseado en ninguno de los presentes. La niña al escucharme pasó de apuntar al hermano de mi amigo, a dirigir abruptamente la pistola en mi dirección, mientras Jack seguía ignorándonos por completo, y Jason me miraba con cara de incredulidad debido a que había intentado calmar el enfrentamiento entre dos enemigos. Ahora era yo el que me encontraba en el ojo del huracán, por lo que necesitaba con urgencia que la niña bajase el arma antes de que cometiese alguna imprudencia, así que, intentando tranquilizarla a modo de rendición, levanté las manos para que viese que no pensaba hacerle nada mientras me sorprendía con las siguientes declaraciones. –“¡¿¡Pero qué estás diciendo!?! Yo no pienso devolverle a Larson nada. Si quiero al tío ese es para vengarme de toda esta gentuza que acaba de masacrar a todos los míos, así que dime donde está, o te mato. Juro que lo haré”- Su enfatización hizo que la muchacha comenzase a señalarme repetidamente con el arma lo que me aterraba enormemente ante la posibilidad de que disparase, y me acertase de lleno. Jason al verlo ya me estaba intentando apartar de su rango de disparo, mientras Jack contestaba a sus palabras con dureza. –“¿Dices que quieres vengarte porque hemos matado a unos tíos que se colaron en nuestras infraestructuras por la fuerza, armando un jaleo de mil demonios? A la que deberíamos matar es a ti por traidora, niñata. Prepárate porque en cuanto informe a Larson de que te has revelado contra nosotros y has intentado hacer daño a su hijo en el camino, te masacrará en mil trozos que luego enviará a esa familia de paletos que tienes como regalo”-.

Al oírlo la chica que ya estaba al límite apuntó hacia él e intentó disparar varias veces en su dirección infructuosamente, ya que su arma había sido completamente descargada con anterioridad en los disparos erráticos de las paredes. Jack debió provocarla con toda la cuenta para que se diera cuenta de su desgracia antes de morir, pues con una sonrisa triunfal levantó comenzó a levantar su arma lentamente contra la indefensa niña temblorosa que le miraba con absoluta estupefacción, y le espetó –“más suerte la próxima vez, campesina”- mientras yo ya le estaba gritando con fuerza para evitar el disparo. Sabía que no serviría de nada, pero aun así intenté frenar su tentativa, intentando evitar una desgracia. –“¡Jack, por lo que más quieras no lo hagas. ¡Llévala ante Larson. Entrégala a los testaferros, pero no le dispares!”-. Mis palabras eran sin sentidos que brotaban de mi boca para implorar el perdón de nuestro enemigo, el cual, para hacer más daño con la incertidumbre, se había tomado el tiempo suficiente para girar la cabeza en mi dirección, riéndose de mi ataque de histeria. Pero el capricho de la casualidad hizo que dicho acto fuese el sentenciador de su redención, ya que en el momento en que sus ojos pusieron la vista hacia mi posición, un ruido ensordecedor irrumpió con fuerza en nuestros oídos desde el piso superior, haciendo su mirada cambiase de la confianza absoluta a una especie de estupefacción exacerbada ante lo que se nos venía encima. Al principio le miré extrañado ante la exageración de su acto. No comprendía a que se debía tal efecto, ya que con los nervios alterados era incapaz de centrarme en descifrar racionalmente lo que acababa de escuchar en esos precisos momentos de caos absoluto, pero después de oír posteriormente, el sonido gutural que provenía del interior de la casa lo comprendí de inmediato. No estábamos solos, en el peor de los sentidos. Ahora todos compartíamos el mismo macabro destino, en el que una criatura nos habría encontrado sin que nos diésemos cuenta a causa del calor del momento, acudiendo rauda hacia una puerta donde minutos atrás yo había apresurado a mi amigo para entrar en lo que era ahora nuestra sentencia de muerte.


Continuará…

viernes, 12 de agosto de 2016

24. Forjando destinos (Segunda parte).

Nota: Veinticuatroavo capítulo del relato, para ir al primer capítulo pulse aquí:  Capítulo 1

Para ir a la primera parte del veinticuatroavo capítulo pulse aquí:  Primera parte

En cuanto estuvimos listos para entrar en el ayuntamiento una duda sobre el tratamiento de la acción asaltó mi mente, de modo que la compartí con mi compañero para que entre los dos pudiésemos escoger el mejor camino a seguir. –“Jason, ¿no crees que deberíamos llamar a la puerta mejor, para que alguien nos atienda y podamos ir directamente a ver a Larson?”- Sabía que mi pregunta era algo complicada, puesto que se trataba de ver a nuestro enemigo, y eso conllevaba la perdida absoluta del protocolo usual tratado en estos casos. Pero creía sin embargo, que dicha acción suavizaría el ambiente ya tenso de por sí, para poder llegar así a un acuerdo con nuestro opuesto en el que al menos Cameron saliese beneficiado. Pero por desgracia yo parecía ser el único que pensaba de esa manera, ya que con un resoplido Jason se me adelantó, y comenzó a empujar la puerta mientras me decía –“Déjate de idioteces, Tomek. No hemos venido aquí a tomar el té, así que ponte detrás de mí, y mantente en guardia por lo que pueda pasar”- sellando con ello sin quererlo, nuestro destino en dichos momentos.


En cuanto ambos atravesamos el umbral, nos quedamos expectantes en la entrada tras escuchar unos pasos que comenzaron a resonar en el vestíbulo yendo hacia nuestra dirección. Focalizando el ruido atentamente, me di cuenta de que venían del pasillo colindante al nuestro. Por lo que Jason y yo nos miramos, y nos preparamos para el inminente enfrentamiento que iba a tener lugar en breves momentos. Pero tal precaución fue realizada en vano, pues una mujer a la que reconocía de vista de mi breve estancia en este lugar, aparecía en nuestro rango de visión totalmente desarmada, y sin rasgo de preocupación ninguno en el rostro. Eso a decir verdad nos desconcertó. Me imaginaba que en el ayuntamiento nadie iría armado hasta los dientes de cara a la galería, pero de ahí a que la chica no se tomase la mínima molestia de ser al menos un poco precavida ante nuestra entrada, demostraba la poca confianza que tenía en nuestros esfuerzos por dominar la situación. Sobre todo en cuanto me expuso las siguientes palabras, me di cuenta de lo insignificante que era nuestra amenaza para ella. –“Creía que no llegarías nunca, ¿dónde has estado? Larson lleva esperando por ti desde hace más de una hora. Venga, vamos hasta su despacho antes de que envíe un equipo en tu búsqueda”- La chica, más que malhumorada, parecía molesta ante mi falta de decoro por haber hecho esperar al alcalde. Sin esperar respuesta, se dio media vuelta y comenzó a adentrarse pasillo adelante ante mi mirada estupefacta de ver como se desarrollaban extrañamente los hechos en dicho lugar. Antes de iniciar mi seguimiento hacia su persona, giré la cabeza para visualizar a mi amigo, el cual se encogía de hombros, creyendo que eran asuntos de Larson y míos, pero la realidad era que ni si quiera yo comprendía tal comportamiento, por muchos tratos que hubiera hecho con el alcalde, por eso y con gran prudencia, seguí a la mujer junto con Jason, hacia el despacho de Larson, donde este nos aguardaba con todo su poder expuesto en nuestra contra.

Si soy sincero he de decir, que mientras caminábamos hacia su despacho no pude evitar pensar en la ostentosidad que derrochaba tal emplazamiento. Mirase donde mirara solo encontraba madera bien tratada, arte esculpido o tallado tan milimétricamente que sentía pena por la vista del artista que fuese víctima de tal contrato, y unos suelos perfectamente pulidos que te hacían sentir como de otro mundo al pisarlos con nuestras ropas sucias y ensangrentadas de la pelea. Era la primera vez que podía observar el poder de Larson en toda su magnitud viendo tales barbaridades que acechaban dichas plantas principales. Por lo que comencé a tener dudas de cómo alguien como yo que no poseía tantos posibles y poder como él, iba a intentar negociar con un hombre que aparentemente ya lo tenía todo, cuando mi única baza acababa de ser mutilada por Hyter, y raptada posteriormente por Jack. Comencé a rebanarme los sesos en busca de una respuesta que nos hiciera salir airosos de ahí, pero era algo sumamente complicado, ya que el tiempo jugaba en mi contra, y la puerta del despacho de Larson ya estaba justo al final del pasillo. Al final cuando llegamos a su umbral, intenté serenarme confiando en mi buen juicio, y rezando interiormente para que todo saliese bien, o al menos, todo lo bien que se pueda esperar dentro del juego del diablo en el que estábamos a punto de entrar.


Al alcanzar la puerta nuestra guía frenó delante de su picaporte y con un llamamiento de nudillos anunció su presencia antes de entrar. Esta tuvo su confirmamiento desde el otro lado de manera inmediata, así que se dispuso a abrir las puertas haciendo con ello que la luz intensa del atardecer se filtrase por la abertura haciendo que el despacho adquiriese un tono omnipresente anaranjado que parecía relajar un poco la hostil estancia. Larson estaba sentado en una silla de madera detrás de un escritorio de inmensas dimensiones donde tenía distribuidos un gran montón de papeles a su alrededor. Al vernos se levantó para darnos la bienvenida, aunque no parecía de muy buen humor. Sus ojos estaban fijos en nuestra presencia con una expresión de lo más fría sin esbozar si quiera una ligera sonrisa. Nuestra acompañante fue quien abrió la veda adentrándose en el despacho, y situándose a un lado para darnos a nosotros el centro de atención. Yo por mi parte, comencé mi entrada después de la señorita, y seguido por mi amigo que una vez dentro fue ordenado por el alcalde a cerrar la puerta. Este lo hizo no sin echarle antes una fiera mirada de desaprobación a Larson sobre su mandato. Jason sabía tan bien como yo lo que pretendía nuestro captor, encerrarnos con él en la estancia para así tener todas las de perder en cualquier intento de fuga. Pero aun con esas no nos amedrantamos. En cuanto Jason cerró la puerta se situó a mi lado para estar ambos preparados ante aquello que estaba por venir.

-“Menos mal que apareces por aquí, te recuerdo que habíamos quedado a las 5, y no me gusta nada la impuntualidad. Aunque bueno, viendo vuestra ropa está claro que tienes una gran explicación para todo esto. En fin, vayamos al grano, ¿quieres? Aun no entiendo por qué exigías verme con tanta urgencia, y de la mano de mi hijo que por lo que veo no está con vosotros. ¿Es que ha ocurrido algo, Jack? Quiero que me lo cuentes todo sin miramientos, como solo tú sabes hacer. Venga, comienza a decirme todo lo que sabes.”-.


En cuanto Larson pronunció dichas palabras ambos nos quedamos petrificados en nuestro sitio de la sorpresa mayúscula que nos habíamos llevado. Ahora comprendía porque nos habían tratado con tanta naturalidad momentos antes. Resulta que Jack aún no había aparecido por el ayuntamiento, y se creían que Jason era él. Lo que nos daba una ligera ventaja de encontrarlo antes de que cumpliese con su promesa de entregar al chico a su padre, y ya no hubiese nada que hacer. Lo único que debíamos intentar era salir airosos de dicha reunión para centrarnos en encontrar a Jack. Al que si he de ser sincero, hubiera cambiado con todo mi pesar, a mi amigo por él en estos momentos, ya que la única manera de salir ilesos de esta aventura era que Jason se hiciera pasar por su hermano, cosa que el testaferro hacía sin problemas siempre que podía sin el menor de los reparos. Pero sabía que por mucho que se pareciesen en algunos aspectos, este no era tristemente uno de los señalados. Jason tenía un orgullo tan enorme hacia su causa, y una aberración hacia Jack tan grande, que sabía que iba a delatarse en dicho momento sin tener en cuenta la posibilidad de imitar a su idéntico hermano, por lo que dejando a un lado mis modales, me adelanté a sus palabras contestando por él, para hacerle ver entre líneas que camino creía que era el más óptimo a seguir para salir de este lujoso lugar. –“Siento interrumpir señor Larson, pero me gustaría disculparme como me han enseñado mis progenitores, ante mi presencia en esta reunión tan íntima en estos momentos. No creo que fuera la intención de Jack en un principio, pero la situación ha dado como resultado este encuentro fortuito. Realmente ha sido todo una locura, han atacado el laboratorio, y por poco me cuesta la vida. Jack ha tenido que sacarme de ese infierno, haciendo de escudo humano para que yo pudiese librarme de los ataques que los campesinos intentaban procesar contra mi persona. Ha sido algo impresionante. Creía que no lográbamos librarnos de ellos. Estuvimos horas clausulados en ese lugar, por lo que cuando al fin logramos salir de dicho tormento nos encaminamos directamente hacia su cita, pero si cree que es mejor hablar sin mi presencia dígalo sin tapujos, esperaré encantado en el pasillo con toda la vigilancia necesaria para que sea factible la seguridad de que no voy a escaparme en su ausencia”-.

Tras mis palabras esperé con prudencia a la contestación del alcalde. Técnicamente no había mentido en mi relato, tan solo había obviado un par de verdades para ajustarlo más a la realidad que quería inculcar en el resto de los acompañantes de la sala. Ahora la pelota ya estaba en juego. Todos en dichos momentos me estaban mirando. Jason lo hacía de una manera particularmente molesta al darse cuenta de lo que pretendía con dichos ecos, lo cual increíblemente, también nos servía para nuestra improvisada actuación, ya que estaba poniendo la misma cara de exasperación que Jack exponía cada vez que escuchaba algo que no era de su agrado. Por lo que gracias al engaño parecía que no soportaba mi presencia, más que el hecho real por el que lo hacía, el cual era porque le estaba diciendo lo que debía hacer.


Fuera como fuese, parecía que todos habían pasado por alto nuestro engaño, pues con un ademán tranquilo y confiado que le caracterizaba, Larson contestó a la pregunta que había expuesto en dichos momentos. –“Me parece que el que te quedes o no, no depende de mí esta vez, sino de Jack que es el que tiene algo que contarme, Tomek. Así que él es quien tomará la decisión de si te escoltamos afuera, o te quedas con nosotros hasta saber dónde reubicarte”-.  Era el momento crítico. Todos nos giramos hacia Jason para que se pronunciase, mientras él aún seguía mirando fijamente hacia mi posición. En un momento se hizo el silencio, y como si una cuerda tirase de su cabeza, fue girando tensamente hasta posar sus ojos en los de Larson, el cual esperaba por una respuesta inmediata. Jason entonces se enderezó altivamente, y expuso con un tono totalmente extraño en su persona, pero increíblemente familiar en su hermano, las siguientes palabras, haciendo así la mejor actuación de Jack que había visto jamás. –“Que se quede si le da la gana. Va a morir de todas formas así que no hay peligro alguno. Además así puede saber lo que va a pasar con sus queridos compañeros, y lloriquear un poco por haber sido tan estúpido de creer que los iba a mantener a salvo con esa idiotez de trato”-.

Al escucharle me lo quedé mirando totalmente estupefacto. Había visto a Jack imitarlo con frases sueltas para que no se supiese que era él en realidad, por lo que siempre pensé que el observador de los dos era el testaferro, mientras Jason no miraba para su hermano ni aunque se lo encontrase de frente. Pero ahora que lo había oído hablar con tanta soltura como si fuese el mismo Jack el que estuviese a mi lado, me hacía darme cuenta de mi amigo tenía más presente a su hermano de lo que nos quería hacer creer.

Mi asombramiento debió parecer un atisbo de asustamiento, pues el alcalde se apresuró a contratacar el argumento de mi amigo para tranquilizar mi atemorizada alma. –“Tranquilo Tomek. Jack sabe que no puede tocarte mientras cumplas con el trato, así que por la cuenta que le trae, por mucho que diga no podrá hacerte nada. Jack, que demonios ha pasado en el laboratorio, y por qué no está mi hijo contigo”-. Aunque sus palabras iban en parte dirigidas a mi persona, en todo el rato de la exposición Larson no apartaba la mirada de Jason, como si quisiera recordarle a modo de amenaza intrínseca, las consecuencias de sus acciones ante tal tema. Jason por su parte, no se amedrentó, al igual que no lo hubiera hecho su hermano. Y contestó al alcalde, siguiendo con su impecable actuación. –“Los malditos campesinos atacaron la base para ir a buscar a esa escoria de Charlie. Intenté reducirlos con los secuaces que custodiaban las instalaciones en ese momento, pero entonces llegó Hyter y me dijo que me hiciera cargo de este y de Cameron, para sacarles de allí lo antes posible. Así que primero le recogí a él hecho ya una verdadera mierda, y luego fuimos a por Cameron, pero no lo encontramos en su habitación. Al parecer Jason se lo había llevado aprovechando la batalla del laboratorio. Así que ni idea de donde está a estas alturas”-.

Al escuchar como Jason se autoinculpaba de haberse llevado al chico, un mal presentimiento se cruzó por mi mente. Sabía que era lo más lógico ya que se habían cambiado los papeles, y era necesario para la historia seguir más o menos la línea de los acontecimientos, para no tergiversarla demasiado y correr el riesgo de que se notase nuestra estafa. Pero ponerse así de escaparate ante el mandamás de Dunwich de esa manera me parecía una gran osadía, teniendo en cuenta cómo se las gastaba ante sus enemigos.

Temeroso por lo que se avecinaba, me giré para mirar al alcalde que, en cuanto escuchó la información de boca de mi amigo, pegó un manotazo de frustración encima de la mesa, mientras profanaba. –“¡Maldito hijo de perra, nos la ha jugado pero bien! Es lo peor que nos ha podido pasar, Jack. Ya sabes que el que Cam esté tan pegado a ellos es por culpa de ese desgraciado que le ha lavado el cerebro con su lenguaje moralista, y sus locuras. Voy a mandar que los busquen ahora mismo, para que no alcance a atrincherarse con él en ninguno de sus dominios. ¡Dominique! Ve a avisar a todos aquellos que estén disponibles para que les den caza cuanto antes, ¡vamos, deprisa!”-.

Jamás había visto a Larson tan alterado en su vida. Sus manos agarradas a la mesa estaban tan tensas que lograba ver el blanco de sus huesos por debajo de la piel. Esto se estaba complicando. Si dejábamos que lanzasen la partida de búsqueda, no solo Jack estaría en peligro. Sino todos nosotros al descubrirse toda la artimaña expuesta. Necesitaba buscar alguna excusa que paralizase momentáneamente la exploración hasta que al menos estuviésemos a salvo. Por suerte, no era el único que estaba pensando en lo mismo, pues siguiendo milagrosamente con la actuación con toda esa tensión acumulada, Jason expuso con una fascinante calma la siguiente propuesta. –“Espera Larson, escucha. Si mandamos a un regimiento a por ellos, la gente se dará cuenta de que algo va mal, y podrían encubrirlos en sus casas para protegerlos. Ya sabes que los cazadores son jodidamente respetados por algunos. No es buena idea exponer tan abiertamente que vamos a por ellos. Tenemos que ser más discretos. Iré yo a por él. Sé dónde buscarlo. Cuando me encerraron en ese sótano de mierda, les oí decir que se quedarían ahí por un tiempo. Solo tengo que regresar para ver si encuentro alguno para sacarle algo de información a base de golpes”-.

Jason había agarrado el picaporte mientras hablaba, así que Dominique no pudo salir a dar el aviso a sus compañeros para que iniciasen la búsqueda. Todo estaba ahora en manos del hombre que estaba situado al otro lado de la mesa, y que ahora nos miraba pensativo, sopesando todas las opciones. Si estaba de acuerdo con mi amigo, sería nuestra oportunidad para escapar y buscar a Cameron por nuestra cuenta. Sin embargo, si decía que no, estábamos absolutamente perdidos ante el devenir de los acontecimientos. Por lo que estábamos completamente a su merced, como había sido en mayor o menor medida, siempre hasta ahora.

Larson suspiró ante la incertidumbre que estaba soportando, y por un momento, intentó olvidarse del problema de su hijo para centrarse en lo que realmente le convenía a su guerra de poder. –“Tienes razón, Jack. Si salimos ahí con todo lo que tenemos esos hijos de puta podrán apañárselas para despistarnos, y solo conseguiríamos dejar que el populacho crea que somos débiles ante ellos. Venga ve, llévate a Tomek contigo. Él sabrá mejor que nadie donde pueden estar ocultos. Si das con ellos recuerda esto, la prioridad es Cam. Eso siempre. Pero si puedes, quiero que me traigas también la cabeza de tu hermano. No quiero excusas de por medio como las que me llevas dando hasta ahora. Ese tipo siempre ha sido de lo peor que hemos tenido en este pueblo, y le quiero muerto de una vez por todas, ¿ha quedado claro?”-

Larson estaba de lo más agresivo con el que creía que era su subordinado, por lo que me hizo pensar que esta no era la primera vez que trataban el tema. Sus palabras calaron tanto en mí, que ni si quiera pude ver la silenciosa afirmación de Jason a sus palabras. Tan solo podía pensar en el hecho de que Jack, siendo como era su facilidad de apretar el gatillo, había dado evasivas a Larson para no matar antes a su hermano. Eso me dejó totalmente descolocado, y seguramente a Jason también, que ya me estaba enganchando por mi brazo bueno, para salir de la estancia con un agarre excesivamente fuerte. Me hacía realmente daño con su mano aprisionando exageradamente mi piel, en lo que parecía un acto adrede, sin saber yo muy bien porqué lo hacía, hasta que insistió clavándome las uñas en el antebrazo de una manera realmente dolorosa. Fue entonces cuando por fin comprendí lo que me estaba intentando decir con tal hecho. Él había estado actuando impecablemente durante todo este tiempo pero yo no había dicho nada. Ni si quiera cuando habían expuesto el tema de eliminar a mis amigos. Había estado tan absorto en mis pensamientos que ni si quiera llegué a pensar que yo sería la causa del desmoronamiento de la historia, por lo que rápidamente, me esforcé por interpretar una versión de mí, mucho más asustada por los acontecimientos, de lo que estaba en estos momentos. –“¡No, ni hablar! ¡No voy a colaborar en dar caza a mis amigos! ¡Antes muerto!”- Intenté deshacerme del brazo de Jason para ser más convincente, y continué con mis lamentos por la vía que me resultaba más factible de creer. –“¡Usted me prometió que no les haría nada si colaboraba! ¡No puedo creer que me fiase de su palabra! ¡Jamás volveré a ponerme en sus manos, ¿me oye? Jamás!”- Jason, volvió a agarrarme con fuerza, y me tiró hacia delante para que saliésemos los dos de ahí lo más pronto posible. Lo habíamos logrado. A mis espaldas se escuchaba la respuesta del alcalde a mis lamentos, mientras ya saboreábamos el dulce sabor de la victoria. –“Tranquilo, Tomek, a ti aun no te mataré. No al menos hasta que encuentre la cura que salve a mi hijo. ¡Así que despídete de tus amigos en cuanto puedas porque no volverás a verlos nunca más!”- Y así, con tal amenaza. Abandonamos el habitáculo donde mirando cara a cara al diablo, aprovechamos su instantáneo parpadeo para librarnos de su embate, una vez más.


Una vez fuera del recinto del ayuntamiento, seguí a Jason calle arriba hacia donde estaba nuestra antigua posada. Desde que habíamos salido no habíamos cruzado una sola palabra por precaución, pero al menos ya me había soltado el brazo para avanzar libremente, por lo que me coloqué a su lado, y le pregunté suavemente mirando a mis espaldas por si alguien nos seguía, la pregunta más obvia que podía hacerle en dichos momentos. –“No me puedo creer que estemos caminando libremente por las calles después de todo esto. Nos hemos librado por los pelos, ¿A dónde vamos ahora?”- Estaba oscureciendo, y me costaba ver el rostro tensado de Jason entre los atisbos de oscuridad, por eso su contestación me dejó aún más impactado de lo que lo hubiera hecho de por sí a plena luz del día. –“Vamos a hacer lo que le hemos dicho a Larson que haríamos. Vamos a buscar a Cameron al único sitio después del ayuntamiento al que Jack ha podido llevarlo. A casa de nuestros padres”-.

Eso es todo por hoy, si por casualidades de la vida acabáis en este lugar inhóspito no dudéis en no llevar las clases de interpretación demasiado lejos, o acabaréis tomando decisiones tan enajenadas como las nuestras.
Con afecto.

Tomek Sikorski

viernes, 5 de agosto de 2016

24. Forjando destinos (Primera parte).

Nota: Veinticuatroavo capítulo del relato, para ir al primer capítulo pulse aquí:  Capítulo 1

En cuanto terminé de leer, volví a doblar la nota, y miré a Jason atónito. –“No me lo puedo creer”- expuse ante el asombro mayúsculo de mi amigo. –“Yo tampoco, ese perro nos la ha jugado bien a todos”- se sinceró él ante mis palabras. Los dos nos encontrábamos en un estado de shock ante todo lo vivido, pero esto ya era la gota que colmaba el vaso. El pobre Cameron se encontraba otra vez a merced del antojo de terceros, y ya había sufrido suficiente como para que eso le ocurriese de nuevo, por lo que me aventuré a decir. –“Tenemos que alcanzar a Jack, y arrebatarle a Cameron antes de que haga alguna locura”-. Por suerte mi amigo compartía totalmente mi opinión, por lo que me dijo –“Tienes razón, Tomek. No sé cuánto tiempo habrá pasado desde que se ha llevado a Cam, pero sabemos con certeza hacia donde se dirige, así que con tal de estar en el ayuntamiento a tiempo de frenarle, todo irá bien. Venga, vámonos, que no tenemos tiempo que perder. Deja la nota donde estaba, y larguémonos de una vez de este maldito lugar”-.


En cuanto Jason me expuso tales decisiones me quedé mirando el papel explicatorio aun retenido entre mis manos. En él Jack hablaba de traición, de malas artes hacia los testaferros, y de como nunca había seguido sus intereses salvo cuando los compartían con los suyos propios. Dicha confesión era una prueba irrefutable de condena hacia el hermano de mi amigo, y sabía que si caía en manos inapropiadas podría ser fatal para él, por lo que antes de marchar me aventuré a decir. –“No creo que sea buena idea dejar el papel donde estaba, Jason. Si esto se diese a conocer podríamos crear un cataclismo dentro de los testaferros, y eso no nos conviene en estos momentos. Será mejor que me lo lleve conmigo para hacer como si nunca hubiese existido”-. Jason suspiró exasperado, y no tardó en hacerme frente ante mis actos para intentar hacerme entrar en razón. –“A nosotros eso no nos incumbe para nada, Tomek. ¡¿¡Por qué demonios te empeñas siempre en proteger a Jack con la de barbaridades que ha hecho!?! ¡¿¡No te das cuenta de que incluso ahora mismo acaba de vendernos a Hyter para salirse con la suya!?! ¡Es un trepa, Tomek! Y todo lo malo que le ocurra le es bien merecido. ¡Así que deja ese papel donde estaba, y larguémonos de aquí de una condenada vez!”-. Dicho esto dio media vuelta malhumorado, y se fue de la estancia tan rápido que ni si quiera me había dado tiempo a replicar. Sabía que estaba molesto conmigo por mis actos hacia Jack, y en parte tenía razón en cuanto al tema de que Jack nos metía en problemas siempre que podía sin pensar si quiera en las consecuencias de sus actos. Pero yo sin embargo, creía que por muy rastrero que fuera, su causa no estaba tan lejos de la nuestra. Y el haberse sincerado conmigo en el sótano, junto con el haber ayudado a Cameron de esa manera cuando más lo necesitaba, hacía que pensase que le debía un favor. Sabía de sobra que sonaba totalmente ridículo cuando dicha idea me venía a la mente, pero ciertamente así era. Así que, sin hacer caso a mi amigo, me guardé la nota en el bolsillo de mi pantalón, y acto seguido me fui tras sus pasos, sin hacer el menor comentario de lo ocurrido con anterioridad. Este sería mi secreto y el de nadie más, en pos de acortar un peldaño más hacia mi objetivo de lograr una vida tranquila y pacífica para todos, sin excepción.

No me costó mucho dar alcance a mi amigo a pesar de que se me había adelantado, ya que con una postura petrificada, se encontraba en completo silencio ante las puertas de las escaleras que descendían al piso inferior. Extrañado, me acerqué a su figura aminorando el paso, y en cuanto me puse a su lado, me dijo con un susurro meditado. –“No se te ocurra moverte, Tomek. Tenemos compañía”-.

En cuanto me expuso dichas palabras lo miré extrañado. Si de algo me había cerciorado al salir de la habitación era de que nadie estaba rondado dicho pasillo excepto nosotros. Todo estaba en la más absoluta de las calmas, por lo que no lograba entender su prudencia exacerbada al respecto. Me dispuse a preguntarle para salir de dudas ante tal incertidumbre, pero al ver mis intenciones, Jason se abalanzó sobre mí para taparme la boca y, con un gesto de cabeza, me indicó que atendiese a lo que sucedía escaleras abajo donde habíamos salido impunes de la fuerza de Hyter momentos atrás.
Al principio he de decir que estaba demasiado desconcertado por la manera de actuar de mi compañero como para ver nada anómalo en el estrecho pasillo descendente que se abría ante nosotros, por lo que empecé a preocuparme de que fuera cosa del nerviosismo que estaba padeciendo Jason en estos momentos. Pero justo cuando intentaba retirarle la mano para confesarle que no lograba oír nada, un golpe ahogado retumbó al final del camino, donde la planta inferior se extendía en toda su plenitud. Al escuchar su ruido delator, mi cara debió reflejar el asombro que sentía en mi interior, puesto que Jason no dudó de retirar su mano, ahora que veía que estaba en su mismo presente, para que pudiese preguntarle sobre el asunto, con la misma prudencia con la que lo había hecho él con anterioridad. –“Menudo oído tienes, no había logrado escucharlo hasta ahora, ¿crees que Hyter se ha librado de la bestia y está buscándonos?”-. Jason negó con la cabeza ante mis ecos, y me respondió con una teoría que haría que prefiriese la idea de que ese maldito doctor estuviese tras nuestros pasos. –“No lo creo. Fíjate bien, Tomek. Los sonidos son producidos por pasos fuertes, y erráticos. Por muy fuerte que sea Hyter dudo que pudiese emitir un sonido así de potente, y más después de haberse enfrentado a la bestia. Creo, sinceramente que se trata del monstruo que liberó para acabar con nosotros que ha acabado con su vida, y que ahora viene buscando al resto de sus víctimas. Lo tenemos crudo si queremos salir de aquí sin que nos encuentre. Debemos idear un plan de escape y rápido, si queremos tener alguna posibilidad de sobrevivir”-.


Mientras hablaba podía notar como la mente de Jason ya empezaba a cavilar ideas sobre cómo deshacernos de la bestia sin implicar nuestra exposición a sus ojos. Los dos estábamos malheridos y débiles ante todo lo ocurrido. Si nos encontrásemos frente a frente con una de las criaturas sería nuestro fin. Necesitábamos adelantarnos a sus pasos, y escabullirnos de una manera en la que la monstruosa bestia ignorase nuestra presencia, por lo que me aventuré a decir. –“Necesitamos saber en qué posición está, y cuál es su rumbo. Tú quédate aquí, yo iré a la planta de abajo para asomarme desde la puerta en busca de la localización exacta de la criatura”-. En cuanto expuse mi teoría Jason me agarró por el brazo como acto desaprobatorio. Sabía que no iba a dejar que me arriesgara de tal forma, por lo que agregué un argumento en defensa de la propuesta. –“Venga, Jason, no seas así. Sabes que es la mejor opción para salir ambos con vida. ¿O es que propones ir tú en mi lugar que apenas puedes ver?”- Mis certeras palabras seguían flotando en el aire mientras Jason soltaba mi brazo ante la frustración de saber que tenía razón. Su estado de salud no era el más óptimo de los dos, por lo que sin más remedio, me cedió el riesgo a mí a cambio de una condición. –“Está bien, ve tu delante. Pero yo te sigo de cerca, y como se te ocurra intentar alguna heroicidad osada de las tuyas, juro que te freno a base de golpes”-. Sonreí ante su amenaza, recordando que Jack me había dicho algo similar horas antes en una situación parecida, y acepté su trato con premura, para poder encaminarnos escaleras abajo lo más pronto posible, y analizar así la situación de huida que se nos planteaba en la planta inferior como un panorama totalmente desolador.

Una vez establecido el orden, descendimos por el pasillo estrecho en fila india hasta la puerta inferior colindante. Yo iba en cabeza desarmado, mientras que Jason me seguía con el arma preparada por si debía utilizarla contra el enemigo. Una vez llegado a nuestro destino, pude visualizar como la puerta que antes estaba completamente cerrada, ahora se encontraba semi destrozada por unos ataques proyectados desde el exterior. Sin pensar mucho en ello, eché la culpa a la batalla de los campesinos en el área, y me dispuse a observar desde uno de los recovecos la planta que daba lugar a la libertad. Parecía que todo estaba sumamente destrozado, lleno de sangre, y sobre todo de un polvo grisáceo que cubría la estancia. Sin duda alguna la lucha había causado grandes estragos también en las paredes y en el suelo, que ahora estaba lleno de restos de escombro, y demás artilugios que dificultarían nuestra huida silenciosa. Por suerte, la bestia que creíamos que nos acechaba,  no se encontraría en los alrededores por lo que girando justo la cabeza para hablarle a mi amigo mientras mis ojos aun vigilaban la estancia le dije. –“Jason, todo despejado. Aquí no se ve a nadie. Voy a abrir del todo la puerta para asegurar bien el pasillo, y poder escabullirnos por la puerta antes de que venga alguien.”- Mi amigo asintió extrañado a mis palabras ante el hecho de no encontrar a aquel que originaba el ruido, y juntos nos encaminamos a entrar prudentemente en la sala, para albergar el más absoluto terror que se escondía entre sus paredes.


Andamos con sumo cuidado para no revelar nuestra posición, y una vez situados en medio del pasillo, rotamos nuestros cuerpos para visualizar la estancia en su totalidad. A parte del desastre podíamos ver esperanzados como la salida del edificio situada al norte, estaba despejada a fin de que pudiéramos alcanzarla sin mayor dificultad. Por desgracia, la zona que daba al sótano donde nos habíamos encontrado recluidos también lo estaba, por lo que la capacidad del ataque cobraba importancia en estos momentos. –“Parece que todo está despejado. Venga, vámonos antes de que tengamos problemas”- Jason irrumpió mis pensamientos con dicha afirmación, y sin esperar si quiera respuesta se encaminó hacia la salida, seguido por mi persona que le hacía la siguiente pregunta. –“Lo que no me explico es lo de los cadáveres. Fue una gran batalla en la que debió caer bastante gente, pero sin embargo, ya de la que pasamos antes por aquí, no visualicé ninguno. ¿Cómo habrán podido sacarlos de aquí con tanta rapidez, si el resto de la estancia sigue llena de suciedad?”-. Jason escuchó mi pregunta pacientemente, y sin desfijar la mirada de su objetivo, me contestó con coherencia a mis dudas.-“Ya estaban retirándolos cuando nos bajaron al sótano. Tu ibas inconsciente arrastrado por Hyter así que no lograste verlo, pero te aseguro que ya estaban acabando cuando nosotros fuimos confinados aquí. No te sorprendas. Siempre suelen actuar rápido en estas situaciones. Piensa que tienen un montón de criaturas confinadas para su estudio a las que alimentar. Para ellos es como si les regalasen la comida”-. Seguí andando con prudencia entre los escombros mientras sentía el estómago encogerse ante las palabras de mi compañero. El hecho de que utilizaran a las personas de esa manera me desolaba, sobretodo sabiendo que mi amigo Henry, había sufrido el mismo destino que ellos. No entendía como había alguien capaz de encontrar esa manera de actuar tan inhumana como algo decente en este mundo, pero por desgracia, no me dio tiempo suficiente a madurar dicha idea moralista, pues según nos íbamos acercando a la puerta de salida, un gruñido apareció a nuestra izquierda camuflado entre la oscuridad de un pasillo colindante vecino, que nos indicaba que no estábamos solos.


En cuanto escuchamos sus sonidos guturales supimos que estaba más cerca de lo que podríamos esperar en un principio. Nos apartamos instintivamente hacia el lado contrario en un intento de escapar de su amenaza, pero entonces dimos con la pared que cerraba nuestra huida a la contra, cercándonos en su ratio de visión completamente. No nos quedaba más remedio que confrontarlo, por lo que mi amigo optó por la idea más inteligente dado el caso desesperado en el que nos encontrábamos. –“¡Vamos, corre, Tomek!”- Gritó con todas sus fuerzas mientras se desataba el caos más absoluto. Jason y yo echamos a correr con las pocas fuerzas que nos quedaban hacia la puerta principal, mientras a nuestras espaldas se escuchaba el sonido atronador de una bestia que ya salía de su escondite para darnos caza. Por el sonido parecía la misma que había estado con nosotros confinada en el sótano, pero como todas se parecían tanto, no podía saber con certeza si mi amigo estaba en lo cierto, en lo referente en que había acabado con Hyter y ahora venía a por nosotros, o si era otra pesadilla andante que salía en nuestro encuentro buscando un poco de carne fresca. Fuera como fuese no me paré a averiguarlo. Corrí junto con mi amigo sin mirar a atrás hacia la puerta que nos otorgaba el futuro de la salvación con su presencia.

Eludimos como pudimos su terrible amenaza a nuestras espaldas, y llegamos hasta la salida deseada en pocos segundos. La adrenalina que recorría nuestros cuerpos nos había dado cierta ventaja, pero lo cierto es que con tanto como había pasado, apenas podía mantenerme en pie. El hombro había extendido mi dolor hacia el pecho, y mis esfuerzos por respirar eran cada vez más costosos, por lo que jadeando, intenté tirar con todas mis fuerzas de la manilla junto con Jason que ya estaba echándole las dos manos encima, pero nos fue imposible moverla de su sitio. La puerta estaba cerrada con cerrojo, no podíamos hacer nada excepto dar media vuelta y ver como una bestia roja, jamás vislumbrada por mí en persona, excepto por los detallistas dibujos de Hyter, se nos abalanzaba encima haciendo que cayéramos cada uno a ambos lados de su enorme cuerpo.

Sin saber muy bien cómo. Supongo que caprichos del azar, o que debido a sus numerosas heridas, Jason estaba más cubierto de sangre que yo, y eso la atraía. En cuanto tocamos el suelo, la bestia fue directa a por mi compañero, dejándome a mí en una posible libertad a sus espaldas. Por lo que aproveché para recoger un trozo de pared depositado en el suelo por la batalla, y lanzárselo con todas mis fuerzas al agresor antes de que pudiese hacerle algún daño de gravedad a mi amigo.

En cuanto el proyectil impactó en su cabeza, dejó de zarandear a mi compañero, y giró la cabeza en mi dirección. Preparándose para embestirme lo más prontamente posible, sin darse cuenta de que yo también me estaba preparando para ello. Con un puñado de piedras similares a la anterior en las manos, eché a correr en dirección opuesta mientras sentía los pasos del gigantesco monstruo intentando darme alcance con gran determinación. –“¡Qué demonios te crees que estás haciendo!”- Las palabras de Jason retumbaron con tanto ahínco que hasta la bestia se giró mirando en su dirección. Por lo que volví a llamar su atención con otro impacto, esta vez en su enorme cuello, y sacando fuerzas de flaqueza continué mi rumbo mientras exponía de espaldas a mi receptor la siguiente respuesta. –“¡Tienes una ventana a tu derecha. Utilízala. Yo intentaré hacer lo mismo con esta de aquí!”-  Y mientras le sentía protestar por debajo del estruendo que armaba la pesada criatura, me lancé hacia una ventana cerrada que estaba colindante al pasillo principal llena de suciedad, a causa de toda la trama originada.

Sabía que solo tenía una oportunidad de escapar por ella, ya que, aunque ese tipo de criatura no parecía muy rápida, mi cuerpo tampoco se encontraba en las condiciones óptimas para sacarle más que la ventaja justa para conseguir que no me degollase con sus fuertes brazos, así que lancé todo el peso de mi cuerpo contra el vidrio, mientras imploraba en silencio que todo saliese bien. Por fortuna. El cristal reventó ante mi peso al primer intento, y gracias a ello volé por el caluroso aire de Dunwich hasta el suelo donde la tierra me daba una dura bienvenida haciéndome perder la respiración por un instante de tiempo.

Como había caído boca abajo, tuve que esforzarme en girar mi cuerpo para poder ver como la criatura se retorcía entre los cristales para darme alcance. Necesitaba salir de ahí si quería seguir con vida por lo que me dispuse a incorporarme con premura para echar a correr, pero entonces al intentarlo sentí como una cuchillada interior penetraba en mi pulmón haciéndome chillar de puro dolor. Parecía que me había roto alguna que otra costilla en la caída, y eso ahora me estaba pasando una terrible factura. Mis ansias de aire eran tan preocupantes como el ruido del marco de la ventana cediendo ante mi opresor ganando terreno. No me quedaba más remedio debía continuar aunque me llevase medio pulmón por delante, así que con un grito a dientes apretados de puro dolor, me puse de pie, y como pude, bordee la estancia para encontrarme a Jason en el suelo tirado rodeado por un montón de cristales. –“Como vuelvas a hacer otra locura de esas te mato. Que me perdone Henry pero juro que te mato”- Jason hablaba entrecortadamente mientras se levantaba con más facilidad que yo del suelo. Había imitado mi salto, y ahora los dos nos encontrábamos en la ansiada libertad efímera que tanto habíamos anhelado, aunque en unas terribles condiciones físicas, por lo que me aventuré a preguntar. –“No tenemos muchas fuerzas así que debemos actuar deprisa, ¿dónde crees que podemos interceptar a Jack antes de que entregue a Cameron?”-. A lo que Jason me respondió ya encaminándose hacia el lugar –“A estas alturas ya solo hay un sitio donde pueden estar. En el ayuntamiento visitando a Larson. Así que venga, date prisa y sígueme, antes de que esa bestia nos alcance, y se dé un festín con nuestros malogrados cuerpos.”-. Y así nos fuimos en busca de nuestro amigo, dejando toda una pesadilla atrás, de la que habíamos escapado milagrosamente en este desolado lugar, en donde las almas mortecinas sirven como pasto para alimentar la más insana malicia que asola estos atormentados parajes.


En cuanto nos decidimos comenzamos a correr hacia la espesura del bosque a paso firme sin hacer caso a los ruidos decrépitos que escuchábamos en el edificio por parte de la criatura que aún intentaba infructuosamente, salir de su aprisionado lugar para poder darnos caza. Era completamente insistente, parecía no querer dejar títere con cabeza, por lo que sin aminorar la marcha le pregunté a Jason sobre la duda que me asolaba en esos momentos. –“¿Tú crees que Hyter está muerto?”- Sabía que no era uno de los nuestros, ni nadie por el que mereciese la pena pasar un calvario en este terrible lugar. Ese hombre había sido lo más retorcido y cruel que había pasado por nuestras vidas, por lo que mi preocupación ante el asunto era más por dejar cerrado un capítulo de nuestras vidas, que por la persona en sí. Sabía que era mero placebo, pero el hecho de que Hyter estuviese muerto, parecía arrojar una luz de esperanza hacia nuestro escape de este pueblo. Jason pareció entender mi intencionalidad al exponer mi pregunta, pues sin una reprimenda de por medio a causa de pensar que me preocupo por quien no debo. Esta vez se dedicó a contestarme lacónicamente a mis palabras, sin dejar de correr. –“Viendo a ese demonio que casi acaba con nosotros, si no lo está es que es un jodido monstruo”-. Y tenía razón. Por más que Hyter estuviese completamente entrenado para hacer frente a cualquier obstáculo, ese infortunio fue un revés casi imposible de evitar. Así que con la idea de ese titán aniquilado, avancé con decisión a hacerle frente al mandamás del lugar, con la súbita esperanza de que con ello, consiguiese recuperar a nuestro chico, y junto con él, nuestras ilusiones sobre acabar con esta pesadilla en la que estábamos sumergidos hasta el fondo de nuestras almas, sin posibilidad de recuperar la cordura perdida en el camino.

Avanzamos nuestros pasos por el bosque hasta encontrar el camino hacia el centro del pueblo donde se podía visualizar ya, el edificio en el que una vez yo estuve confinado. El ayuntamiento se erguía por encima de todas las casas con un aspecto omnipresente desde cualquier lado de Dunwich. Ese era nuestro destino, y ambos lo sabíamos. Por lo que una vez localizado, partimos hacia él sin demora, haciendo que nuestros pasos resonasen ya por el empedrado de las aceras de la ciudad. –“Se de sobra que te imaginas el riesgo que corremos al adentrarnos aquí, por lo que no me voy a andar con tonterías. Quiero que me prometas que si caigo, y tienes la oportunidad de escapar, te irás por una vez, y no intentarás hacerte el héroe como siempre haces en cuanto ves el menor peligro.”- Jason miraba al frente, sin si quiera observar mi negativa de cabeza ante su petición, por lo que me dispuse a contestarle con palabras para que no hubiera duda de mi decisión. –“No insistas con ese tema. Sabes de sobra que no lo haré. Aquí o nos vamos todos, o no se va ninguno”-. Yo también miraba al frente para esquivar a las personas que se iban encontrando ya por las calles, y nos observaban con absoluta incredulidad. No obstante, pude observar por el rabillo del ojo como Jason sonreía para sí, y me decía las palabras más alentadoras que había oído hasta la fecha. –“Eres todo un caso, Tomek. Si pudieran verte Henry y tus padres estarían más que orgullosos de ti. Estoy seguro de ello”-. Ahora ya había dirigido la cabeza hacia mi posición para exponerme tal misiva. Era increíble el lazo tan fuerte que se había producido entre ambos en todo este tiempo, hasta tal punto de conocernos el uno al otro tan bien, por lo que le respondí. –“Seguramente lo estarían mucho más de ti, al ver cómo te dejas la piel cada día por nosotros. Eres un gran hombre, Jason, y créeme cuando te digo que me siento totalmente honrado al tenerte como amigo.”-. Y así, con tales palabras de una supuesta despedida por el desconcierto de lo que pasará. Llegamos al frente del ayuntamiento, donde nuestro destino y el de nuestro amigo, se escondían tras dichas puertas.
Continuará…