Para ir a la primera parte del veinticincoavo capítulo pulse aquí: Primera parte
En cuanto escuchamos el sonido que generaba la criatura al
acercase a nuestro destino todos nos quedamos petrificados en el sitio temiendo
el horror que nos acontecía. Tan solo Jack reaccionó ante los hechos bramando a
los cuatro vientos el inmenso cabreo que sentía tras nuestros actos. –“¡¿¡Se
puede saber qué demonios habéis hecho!?!”- El testaferro no esperó respuesta de
los presentes, ya que mientras nosotros nos mirábamos incrédulos ante la
culpabilidad que nos estaba echando, este se había dirigido hacia uno de los
muebles cubiertos que se encontraban en la estancia, y con un ademán rápido
quitó la sábana que lo cubría para mostrarnos algo que nos dejaría aún más
conmocionados de lo que estábamos en esos momentos.
Lo que se exponía ante nosotros no era ninguna especie de
mobiliario de época, como imaginé que sería el objeto señalado en un principio,
sino que lo que cubría la lona era una montaña cuidadosamente colocada de una
variabilidad de armas totalmente impresionante. En ella había de cualquier cosa
que uno se podría imaginar que se pudiese usar como armamento en cualquier
revuelta, desde palos con clavos sobresaliendo de sus bordes, hasta escopetas
customizadas con cuchillos incluidos.
Jack no se lo pensó dos veces al verlas, pues cargándose a dos
manos, escogió un par de armas de entre el montón, y las situó en su cinturón
junto con la tercera ya obtenida con anterioridad. El resto salimos de nuestro
asombro al notar como la criatura ya se encontraba en la cocina derribándolo
todo a su paso en busca de nuestra presencia, y fuimos también a armarnos para
tener alguna posibilidad, pero como cabía de esperar, dicho movimiento fue
infructuoso pues, encañonándonos rápidamente con una de las armas, no nos dejó
ni acercarnos a su alijo más preciado, que protegía incluso en estos momentos
tan caóticos como los que estábamos viviendo en estos precisos instantes.
–“Alto ahí, atajo de patanes, ¿qué os creéis que estáis haciendo? Estáis
dementes si pensáis que voy a dejar que toquéis mis armas. Ya estáis buscando
otra manera de salir de este embrollo en el que me habéis metido con vuestra
entradita triunfal. ¡Venga, apartad de mi camino o seré yo quien os mate!”-
Jack nos amenazaba con el arma cargada mientras la tremenda bestia ya estaba
asomando con sus relucientes ojos a través del umbral atenta al ruido que
estábamos ocasionando escaleras abajo.
Al verla nos dimos cuenta de que estábamos completamente
acorralados en ese maltrecho desván sin posibilidad de escapatoria ninguna, lo
que hizo que fuese en parte una reacción esperada lo que ocurrió a continuación.
La chica que estaba a nuestro lado sufriendo nuestro mismo destino, al oír las
palabras que profanaba Jack, salió a defender su vida rápidamente,
arrastrándonos a todos con sus actos. –“¡Cállate demonio, y dame esa pistola
que yo me largo! ¡No pienso morir aquí!”- y dicho esto giró por sorpresa hacia
su izquierda donde se encontraba Jason, y con intención de quitarlo de en medio
para ir hacia el montón de armas que Jack custodiaba, arremetió contra mi amigo
con todas sus fuerzas para sorpresa de este que por poco se cae al suelo al no
verlo venir. Fue entonces cuando una cadena de sucesos comenzó a desarrollarse
al unísono. En cuanto vio lo que sucedía, Jason intentó agarrar a la chica para
que parase de increparle, mientras Jack contrariado por los sinsentidos
acontecidos, les apuntaba a ambos a la vez que les gritaba que se detuviesen
sin lograr ningún efecto en la pelea. Yo por mi parte intenté apartarlos del
foco de Jack y de la criatura encorvada, que ya estaba destrozando el marco de
la puerta que le impedía acceder a nosotros con súbita fuerza lanzando con sus
actos una nube de escombros escaleras abajo hacia nuestra dirección.
Al ver que la situación se estaba desmadrando por momentos, intenté
por todos los medios que todo el mundo se tranquilizase para atender al
verdadero peligro que nos acechaba a las espaldas, con dichas palabras.
–“¡Parad de pelear entre vosotros o acabaremos todos muertos por esa cosa que
viene por ahí!”- Jason que ya tenía inmovilizada a la muchacha por los brazos mientras
esta seguía forcejeando sin parar para librarse de su agarre, giró la cabeza hacia
mi posición al oír mis ecos, y me gritó con fuerza para exponerme de manera
altruista las siguientes palabras. –“¡Tomek, escucha! A ti no puede matarte
porque sabe que si lo hace Larson iría a por él, así que aprovecha la ventaja y
ve a por un arma, ¡rápido! ¡No te preocupes por nosotros! ¡Recuerda que nuestra
prioridad es salvar a Cameron, yo ya me las arreglaré!”-
Jason miró a Jack desafiante que aún seguía allí plantado
apuntándonos con el arma con los dientes apretados de la frustración que
sentía. Sabía que Jason tenía razón, y que no quedaba nada de tiempo para
discutirlo, pues la criatura se retorcía chillando por el hueco de la puerta
destrozadolo con afán destructor para dar caza a mi amigo que se encontraba
justo a escasos metros de ella al umbral de las escaleras. Era ahora o nunca.
Así que sin pensar si quiera en que Jack pudiera arriesgarse a dispararme, arremetí
contra él con todas las fuerzas que me quedaban, y logré empujarlo lo
suficiente para dejar un espacio libre entre él y las armas.
Entusiasmado por la hazaña corrí hacia el armamento y logré
coger un revolver que asomaba por encima del montón antes de que Jack pudiese
impedírmelo, pero entonces, en cuanto lo tenía sujeto entre mis manos, un golpe
directo a mi cabeza hizo que me tambalease y me cayese al suelo totalmente
mareado. Jack, se había repuesto de su zarandeo, y me había dado con la parte
de la culata de su arma para inhabilitarme. Sentía como mi cabeza daba vueltas
al verle alzar el arma de nuevo desde mi posición descendida, para poder
dejarme inconsciente en esos momentos de pánico. Pero antes si quiera de que
pudiera arremeter de nuevo contra mi persona, un grito helador nos dejó a los
dos estupefactos en el sitio, girando la cabeza en la dirección de la que provenía
para ver de qué se trataba. La bestia ya había conseguido meter todo su cuerpo
por el enanchado hueco, y ahora se deslizaba en dirección a mi amigo, y a la
chica completamente catatónica, que miraban con horror como la criatura se les
acercaba mientras intentaban escapar a duras penas de su alcance. En cuanto lo
vi, grité a pleno pulmón el nombre de mi compañero mientras alzaba el arma para
frenar a la bestia sombría que avanzaba rauda a su encuentro. Pero a pesar de
mis grandes esfuerzos no era capaz de lograr fijar mi objetivo debido al mareo
tan grande que me había propiciado el golpe anterior. Apreté los dientes, y grité
de pura frustración. Sabía que este sería el fin para ellos si no me decidía a
disparar, pero si lo hacía y erraba en el tiro podría ser yo el que les mandase
al final de sus días prematuramente. Era una completa desesperación que me
absorbía por completo, dejando en un segundo plano todo lo relacionado con Jack
y sus ataques. Por eso imagino que me sorprendió tanto cuando el sonido de su
voz retumbó en las paredes desde una posición más alejada de la que se
encontraba hacía unos instantes. –“¡Agachaos, todos. Ahora!”-.
En cuanto sentí su voz me arrodillé, y miré hacia su
posición pudiendo comprobar como sus palabras venían acompañadas de un acto que
revelaba que de un cuchillazo había cortado una cuerda que estaba tensada en la
esquina de la estancia. Acto seguido, y temiéndome lo peor, me aprisioné contra
el suelo, sintiendo como un aire cortante pasaba velozmente por encima de mi
cabeza, direccionándose hacia la zona de las escaleras de manera rauda y veloz,
hasta frenar abruptamente con un ruido seco, en lo que parecía algo realmente
húmedo. Al sentir el golpe pude escuchar además, como en el acto la criatura
comenzó a gritar furiosamente a mis espaldas totalmente desesperada como no lo
había hecho antes, por lo que me incorporé levemente para observar la escena de
como un hacha de enorme tamaño había hecho contacto en el centro de su pecho,
de donde le brotaba una incesante sangre oscura a borbotones que ya comenzaba a
resbalar por las escaleras haciendo del sótano un gran escenario dantesco con
su presencia.
Jason y la chica, estaban a unos pocos metros de dicha
monstruosidad todavía medio agachados observando el horror de como la criatura
se retorcía incontrolablemente en su delirio, intentando librarse de semejante
tortura. Al verles tan indefensos ante tal temeridad, me apoyé en el suelo para
levantarme lleno de ira por todo lo que había sucedido y que aún estaba
sucediendo cada día por culpa de esos abominables seres que me habían
arrebatado tanto en este lugar, y grité al frente. –“¡Jason, salid de ahí! ¡Voy
a acabar con él!”- Dejando tiempo a que mi amigo y la chica salieran del ratio
de mi visión para vaciar el cargador contra esa enorme bestia sin molestarme
esta vez en apuntar como era debido para aniquilarla de un balazo.
En cuanto terminé pude observar como la criatura colgaba
inerte del hacha completamente muerta. Su sangre ahora salía por más orificios
causados por las balas, lo que hacía que su olor se mezclase con el de la
pólvora liberada, invadiendo toda la estancia en la que nos encontrábamos
estupefactos por la situación. Nadie dijo nada por un segundo, tan solo se
escuchó mi arma caer contra el suelo en un intento de liberación dada por mi
persona sobre lo que acababa de pasar. Con un suspiro miré hacia mi amigo, el
cual fue el primero en romper el hielo dedicándome unas palabras de afecto ante
mis hechos pasados, como solo él sabía hacerlo. –“Al final no sé cómo lo
consigues pero siempre acabas salvándome el pellejo. Muchas gracias Tomek. No
se cómo voy a acabar pagándote todas las que te debo pero créeme que lo acabaré
haciendo”-. Jason me sonreía abiertamente mientras yo ya negaba con la cabeza
ante las palabras expuestas por mi amigo con toda su buena intención. –“En esta
ocasión no he sido yo el que te ha salvado, sino él. Si no llega a ser por la
trampa que liberó de su atadura, ninguno de nosotros estaríamos aquí en estos
momentos. Así que si le debemos algo en estos momentos a alguien es a él, no a
mi”-. Señalé con el dedo a Jack que se había dispuesto a esparcir la sábana que
tapaba las armas por el suelo para evitar que la sangre estropease el
armamento, y con un tono monótono de voz me dedicó unas palabras muy típicas de
su persona. –“Tenía mis motivos para ello, así que no me vengas con
sentimentalismos de los tuyos que te meto una bala en la cabeza como sigas con
el tema”-.
Al escucharle observé como Jason le miraba fijamente sin
decir nada. Sabía a la perfección que no iba a darle las gracias a su hermano
por haberle salvado, así que no me sorprendió su actitud. Sin embargo la chica sin
contenerse lo más mínimo, ya se había adelantado a decirnos unas palabras sobre
lo que opinaba de todo este tema al respecto. –“¡¿¡Darle las gracias dices!?!
¡Pero si casi nos matamos por su culpa! ¡Podría haber lanzado el arma colgante
cuando la bestia apareció por la puerta, y no lo hizo! Esperó a que casi nos
tuviera encima para soltarlo. ¡Solo quería jugar con nosotros!”- La muchacha
seguía con los nervios a flor de piel tras el momento sufrido con anterioridad.
Estaba claro que por mucho que viviese el terror del pueblo en sus carnes, se las
había arreglado para no ser parte de un enfrentamiento tan directo como el que
habíamos tenido hacía un instante. Podía ver como su nerviosismo e
incomprensión se asemejaban a los míos cuando llegué a este lugar, y no
comprendía nada de lo que estaba sucediendo. Por eso quise intentar
tranquilizarla, para que en este momento tan tenso pudiese relajarse un poco y
hacer así las cosas más amenas. Pero por sorpresa, antes incluso de que yo dijese
una palabra acerca del tema, Jason se me adelantó, y le dedicó a la chica unas
palabras en defensa de los actos de su hermano. –“La cuerda fue cortada en el
momento justo. Sino, con su trayectoria fijada, dudo que le hubiese dado a ese
maldito ser en alguna extremidad si quiera, si la hubiera liberado nada más ver
que entraba por la puerta. Ahora estamos bien que es lo importante. Así que
relájate un poco, y céntrate en el tema al que hemos venido todos a este lugar,
porque créeme cuando te digo que no pienso dejar que ni tu ni nadie se lleve a
Cameron más que nosotros dos. Por lo que lo único que te queda es maquinar un
plan de huida para salir con vida de aquí mientras este nos dice dónde está”-.
En dichos momentos Jason miró a Jack que lo observaba altivamente desde su
posición en silencio ante sus ecos. Al sentirse señalado, enseguida dio a ver
su punto de vista para que no hubiera duda alguna sobre su posición en este
aspecto –“¿Crees que como no os he
dejado morir ahora voy a satisfacer todos vuestros caprichos? Suerte tenéis de que
no os fría a balazos por ser los causantes de tal alboroto. Ahora salid de mi
casa antes de que me arrepienta y os mate a todos”-. Jack volvía a los inicios de
cuando creía tener la sartén por el mango, pero lo que no sabía es que el
destino iba a hacer de nuevo de las suyas en ese inhóspito lugar.
-“¿Qué es ese ruido?”- En cuanto Jack terminó de hablar, la
chica profanó sus amenazas con dicha respuesta, la cual no entendimos de
primeras al estar tan centrados en la tensión del momento. En cuanto la
escuchamos inmediatamente todos la miramos extrañados en silencio, intentando
comprender a que se refería con tales palabras. Fue entonces cuando escuchamos
que cerca de su persona, en dirección a donde Jack había salido de improvisto cuando
entramos en dicho lugar. Como un sonido corto y sumamente continuado se
escuchaba tras las paredes del sótano, haciéndonos ver que algo intentaba
abrirse paso suavemente, para acudir a nuestro encuentro.
En cuanto oímos su perceptible eco todos nos quedamos
mirando hacia esa dirección alarmados mientras la niña exponía su preocupación
sobre quien podría estar causando semejante ruido. –“¿Será otro monstruo de
esos que viene por nosotros desde otro lado de la casa?”-. En cuanto soltó
dichas palabras ella misma se tensó ante la posibilidad evidente de que tuviese
razón, pero adelantándose hacia la dirección del sonido, Jason la relajó con
los siguientes argumentos. –“Si hubiera sido uno de ellos ya habría reventado
la pared y estaría matándonos a todos. Esto solo puede estar causándolo una
persona”-. En ese momento en el que veía ir a mi amigo hacia la puerta
escondida por la oscuridad, caí en la cuenta de que podía estar equivocado en
sus cavilaciones. Seguramente se pensaba que era Cameron el que estaba
originando ese ruido para poder hacerse visible a nuestros ojos. Sabíamos que estaba
escondido por el lugar por lo que no sería del todo descabellado. Sin embargo
había que tener también en cuenta que la última vez que lo vimos estaba
completamente impedido. Por lo que, o había mejorado y era él el que estaba causando
tal sonido para captar nuestra atención, u otra cosa era la que estaba
originando tal golpeteo, y Jason estaba yendo totalmente confiado hacia su encuentro.
Al ver como mi amigo caminaba con cautela hacia la
incertidumbre me embargó el desamparo. Debía pensar con raciocinio para no sufrir
otra perdida inminente. Por eso, con dicho pensamiento todavía en mente me
dispuse a observar la reacción de Jack, que por sorpresa para mi persona era el
más sorprendido de todos por los ecos producidos. Estaba claro que algo estaba
fallando en esta situación. Así que decidí ir detrás de Jason, el cual ya se
encontraba intentando abrir la antigua puerta, por si algo fuera a ocurrirle en
dicha situación. Ya que si hubiese sido Cameron el causante del alboroto, Jack
no nos habría dejado dar un solo paso en la dirección indicada. Por eso, con un
prudente llamamiento, intenté que mi amigo fuese más cuidadoso para evitar
destapar algún peligro con sus actos. –“Espera Jas…”- No logré decir más pues
con una mano levantada de espaldas a mi persona, Jason me advirtió que parase mis
explicaciones mientras con la otra ya abría con un chirrido la puerta expuesta
frente a él. Al verlo me quedé expectante ante lo que podía suceder en dichos
momentos, pero lo que ocurrió a continuación superó sin dudas mis conjeturas
acerca de lo que se encontraba al otro lado de la puerta, dejando ver lo cruel
que es el destino con las personas que más quieres.
Allí delante de Jason se encontraba Cameron, de pie, para
asombro de todos, y con la frente repleta de sangre reciente que debió hacerse
al golpear la pared con ella. Al verle sentí una inmensa alegría mientras
escuchaba a Jack a mis espaldas profanar un –“pero, ¡¿¡cómo demonios lo ha
hecho!?!”- lleno de estupefacción. Jason por su parte ya se estaba riendo lleno
de alegría mientras se metía en el hueco a por su querido amigo que lentamente
le estiraba los brazos para darle también alcance. Era un milagro. Un verdadero
acto asombroso que se expandía ante nosotros como un rayo de esperanza. Al fin
parecía que Cameron se recomponía de sus males. Pronto le tendríamos de nuevo
plenamente entre nosotros y podría sacarle de allí para que tuviese una vida
normal y feliz. Este pensamiento me llenó de gozo por lo que intenté salvar los
metros que me distanciaban de ellos para celebrarlo con mis amigos, pero el
destino quiso que no fuera así, pues mientras avanzaba pude ver como los brazos
de Cameron que habían ascendido para abarcar a Jason, quien lo aceptaba
alegremente como señal de afecto, se habían levantado demasiado y ahora sus
dedos habían comenzado a rodear el cuello de mi amigo, el cual petrificado por
la sorpresa del momento, era incapaz de creerse como su querido compañero
estaba intentando estrangularlo en ese preciso momento. Al verle grité el
nombre de Cameron, y salvé la última distancia que me quedaba para quitarle el
agarré a mi amigo, que ya intentaba sujetarle para intentar zafarse de su
agarre de manera que no lograra dañarle con sus esfuerzos, sin creerse todavía que
el chico estuviera intentando matarle. Si digo la verdad, no me fue nada
difícil deshacer el aprisionamiento pues Cameron estaba sumamente débil, y ni
si quiera había dejado huella en el cuello de Jason, que ya se lo estaba
frotando con sus manos de la impresión que le había dado sentir como su amigo
había intentado matarle.
Al ver que lo frenaba, Cameron fue débilmente a intentar
cogerme a mí, por lo que le agarré los brazos, y me situé en frente de él para
que me viese bien mientras le decía. –“Ey, Cameron, somos nosotros. ¿Nos ves
bien? Este es Jason, no Jack. Hemos venido a por ti. Vamos a sacarte de aquí.
Vamos, tranquilo. No te me resistas. Vamos, que soy yo, Cam. En serio, para. No
hemos venido a hacerte daño. ¿No nos reconoces? Vamos, tranquilo que vas a ser tú
el que te hagas daño como sigas así. Vamos, tranquilo. Tranquilo, Cameron.
Tranquilo”- Jason ya se situaba a mi lado, y entre los dos logramos reducir las
débiles contorsiones que hacía el chico para librarse de mi agarre. Jason me
miró con preocupación y yo le devolví la mirada mientras aun sentía el esfuerzo
exacerbado que intentaba hacer Cameron para moverse con debilidad contra nuestro
agarre. Fue entonces cuando la voz de Jack interrumpió en la escena para
exponer en voz alta lo que todos estábamos temiendo secretamente en nuestro
interior. –“Parece que Hyter se ha hecho un arma nueva con el chaval. Es una
pena. Si no estuviera convencido de que no debe distinguir entre testaferros y
cazadores, dejaría que os lo llevaseis para ver como os mata a todos en cuanto
recuperase fuerzas. Sin embargo, como me imagino que en cuanto pueda vendrá a
por mí sin importarle morir en el intento, me curaré en salud y le mataré antes
de que esto vaya a más y tengamos un asesino descontrolado buscándonos sin
descanso por todo Dunwich. Venga, apartad que voy a acabar con esto de una
maldita vez.”-
Continuará…