Para ir a la primera parte del veinticuatroavo capítulo pulse aquí: Primera parte
En cuanto estuvimos listos para entrar en el ayuntamiento
una duda sobre el tratamiento de la acción asaltó mi mente, de modo que la
compartí con mi compañero para que entre los dos pudiésemos escoger el mejor
camino a seguir. –“Jason, ¿no crees que deberíamos llamar a la puerta mejor,
para que alguien nos atienda y podamos ir directamente a ver a Larson?”- Sabía
que mi pregunta era algo complicada, puesto que se trataba de ver a nuestro
enemigo, y eso conllevaba la perdida absoluta del protocolo usual tratado en
estos casos. Pero creía sin embargo, que dicha acción suavizaría el ambiente ya
tenso de por sí, para poder llegar así a un acuerdo con nuestro opuesto en el
que al menos Cameron saliese beneficiado. Pero por desgracia yo parecía ser el
único que pensaba de esa manera, ya que con un resoplido Jason se me adelantó,
y comenzó a empujar la puerta mientras me decía –“Déjate de idioteces, Tomek.
No hemos venido aquí a tomar el té, así que ponte detrás de mí, y mantente en
guardia por lo que pueda pasar”- sellando con ello sin quererlo, nuestro
destino en dichos momentos.
En cuanto ambos atravesamos el umbral, nos quedamos
expectantes en la entrada tras escuchar unos pasos que comenzaron a resonar en
el vestíbulo yendo hacia nuestra dirección. Focalizando el ruido atentamente,
me di cuenta de que venían del pasillo colindante al nuestro. Por lo que Jason
y yo nos miramos, y nos preparamos para el inminente enfrentamiento que iba a
tener lugar en breves momentos. Pero tal precaución fue realizada en vano, pues
una mujer a la que reconocía de vista de mi breve estancia en este lugar,
aparecía en nuestro rango de visión totalmente desarmada, y sin rasgo de
preocupación ninguno en el rostro. Eso a decir verdad nos desconcertó. Me
imaginaba que en el ayuntamiento nadie iría armado hasta los dientes de cara a
la galería, pero de ahí a que la chica no se tomase la mínima molestia de ser
al menos un poco precavida ante nuestra entrada, demostraba la poca confianza
que tenía en nuestros esfuerzos por dominar la situación. Sobre todo en cuanto
me expuso las siguientes palabras, me di cuenta de lo insignificante que era
nuestra amenaza para ella. –“Creía que no llegarías nunca, ¿dónde has estado?
Larson lleva esperando por ti desde hace más de una hora. Venga, vamos hasta su
despacho antes de que envíe un equipo en tu búsqueda”- La chica, más que
malhumorada, parecía molesta ante mi falta de decoro por haber hecho esperar al
alcalde. Sin esperar respuesta, se dio media vuelta y comenzó a adentrarse
pasillo adelante ante mi mirada estupefacta de ver como se desarrollaban
extrañamente los hechos en dicho lugar. Antes de iniciar mi seguimiento hacia
su persona, giré la cabeza para visualizar a mi amigo, el cual se encogía de
hombros, creyendo que eran asuntos de Larson y míos, pero la realidad era que
ni si quiera yo comprendía tal comportamiento, por muchos tratos que hubiera
hecho con el alcalde, por eso y con gran prudencia, seguí a la mujer junto con
Jason, hacia el despacho de Larson, donde este nos aguardaba con todo su poder
expuesto en nuestra contra.
Si soy sincero he de decir, que mientras caminábamos hacia
su despacho no pude evitar pensar en la ostentosidad que derrochaba tal
emplazamiento. Mirase donde mirara solo encontraba madera bien tratada, arte
esculpido o tallado tan milimétricamente que sentía pena por la vista del
artista que fuese víctima de tal contrato, y unos suelos perfectamente pulidos
que te hacían sentir como de otro mundo al pisarlos con nuestras ropas sucias y
ensangrentadas de la pelea. Era la primera vez que podía observar el poder de
Larson en toda su magnitud viendo tales barbaridades que acechaban dichas
plantas principales. Por lo que comencé a tener dudas de cómo alguien como yo
que no poseía tantos posibles y poder como él, iba a intentar negociar con un
hombre que aparentemente ya lo tenía todo, cuando mi única baza acababa de ser
mutilada por Hyter, y raptada posteriormente por Jack. Comencé a rebanarme los
sesos en busca de una respuesta que nos hiciera salir airosos de ahí, pero era
algo sumamente complicado, ya que el tiempo jugaba en mi contra, y la puerta
del despacho de Larson ya estaba justo al final del pasillo. Al final cuando
llegamos a su umbral, intenté serenarme confiando en mi buen juicio, y rezando
interiormente para que todo saliese bien, o al menos, todo lo bien que se pueda
esperar dentro del juego del diablo en el que estábamos a punto de entrar.
Al alcanzar la puerta nuestra guía frenó delante de su
picaporte y con un llamamiento de nudillos anunció su presencia antes de
entrar. Esta tuvo su confirmamiento desde el otro lado de manera inmediata, así
que se dispuso a abrir las puertas haciendo con ello que la luz intensa del
atardecer se filtrase por la abertura haciendo que el despacho adquiriese un
tono omnipresente anaranjado que parecía relajar un poco la hostil estancia. Larson
estaba sentado en una silla de madera detrás de un escritorio de inmensas
dimensiones donde tenía distribuidos un gran montón de papeles a su alrededor.
Al vernos se levantó para darnos la bienvenida, aunque no parecía de muy buen
humor. Sus ojos estaban fijos en nuestra presencia con una expresión de lo más
fría sin esbozar si quiera una ligera sonrisa. Nuestra acompañante fue quien
abrió la veda adentrándose en el despacho, y situándose a un lado para darnos a
nosotros el centro de atención. Yo por mi parte, comencé mi entrada después de
la señorita, y seguido por mi amigo que una vez dentro fue ordenado por el
alcalde a cerrar la puerta. Este lo hizo no sin echarle antes una fiera mirada de
desaprobación a Larson sobre su mandato. Jason sabía tan bien como yo lo que
pretendía nuestro captor, encerrarnos con él en la estancia para así tener
todas las de perder en cualquier intento de fuga. Pero aun con esas no nos amedrantamos.
En cuanto Jason cerró la puerta se situó a mi lado para estar ambos preparados
ante aquello que estaba por venir.
-“Menos mal que apareces por aquí, te recuerdo que habíamos
quedado a las 5, y no me gusta nada la impuntualidad. Aunque bueno, viendo
vuestra ropa está claro que tienes una gran explicación para todo esto. En fin,
vayamos al grano, ¿quieres? Aun no entiendo por qué exigías verme con tanta
urgencia, y de la mano de mi hijo que por lo que veo no está con vosotros. ¿Es
que ha ocurrido algo, Jack? Quiero que me lo cuentes todo sin miramientos, como
solo tú sabes hacer. Venga, comienza a decirme todo lo que sabes.”-.
En cuanto Larson pronunció dichas palabras ambos nos
quedamos petrificados en nuestro sitio de la sorpresa mayúscula que nos
habíamos llevado. Ahora comprendía porque nos habían tratado con tanta
naturalidad momentos antes. Resulta que Jack aún no había aparecido por el
ayuntamiento, y se creían que Jason era él. Lo que nos daba una ligera ventaja
de encontrarlo antes de que cumpliese con su promesa de entregar al chico a su
padre, y ya no hubiese nada que hacer. Lo único que debíamos intentar era salir
airosos de dicha reunión para centrarnos en encontrar a Jack. Al que si he de
ser sincero, hubiera cambiado con todo mi pesar, a mi amigo por él en estos
momentos, ya que la única manera de salir ilesos de esta aventura era que Jason
se hiciera pasar por su hermano, cosa que el testaferro hacía sin problemas
siempre que podía sin el menor de los reparos. Pero sabía que por mucho que se
pareciesen en algunos aspectos, este no era tristemente uno de los señalados.
Jason tenía un orgullo tan enorme hacia su causa, y una aberración hacia Jack
tan grande, que sabía que iba a delatarse en dicho momento sin tener en cuenta
la posibilidad de imitar a su idéntico hermano, por lo que dejando a un lado
mis modales, me adelanté a sus palabras contestando por él, para hacerle ver
entre líneas que camino creía que era el más óptimo a seguir para salir de este
lujoso lugar. –“Siento interrumpir señor Larson, pero me gustaría disculparme
como me han enseñado mis progenitores, ante mi presencia en esta reunión tan
íntima en estos momentos. No creo que fuera la intención de Jack en un
principio, pero la situación ha dado como resultado este encuentro fortuito. Realmente
ha sido todo una locura, han atacado el laboratorio, y por poco me cuesta la
vida. Jack ha tenido que sacarme de ese infierno, haciendo de escudo humano
para que yo pudiese librarme de los ataques que los campesinos intentaban
procesar contra mi persona. Ha sido algo impresionante. Creía que no lográbamos
librarnos de ellos. Estuvimos horas clausulados en ese lugar, por lo que cuando
al fin logramos salir de dicho tormento nos encaminamos directamente hacia su
cita, pero si cree que es mejor hablar sin mi presencia dígalo sin tapujos,
esperaré encantado en el pasillo con toda la vigilancia necesaria para que sea
factible la seguridad de que no voy a escaparme en su ausencia”-.
Tras mis palabras esperé con prudencia a la contestación del
alcalde. Técnicamente no había mentido en mi relato, tan solo había obviado un
par de verdades para ajustarlo más a la realidad que quería inculcar en el
resto de los acompañantes de la sala. Ahora la pelota ya estaba en juego. Todos
en dichos momentos me estaban mirando. Jason lo hacía de una manera
particularmente molesta al darse cuenta de lo que pretendía con dichos ecos, lo
cual increíblemente, también nos servía para nuestra improvisada actuación, ya
que estaba poniendo la misma cara de exasperación que Jack exponía cada vez que
escuchaba algo que no era de su agrado. Por lo que gracias al engaño parecía
que no soportaba mi presencia, más que el hecho real por el que lo hacía, el
cual era porque le estaba diciendo lo que debía hacer.
Fuera como fuese, parecía que todos habían pasado por alto
nuestro engaño, pues con un ademán tranquilo y confiado que le caracterizaba,
Larson contestó a la pregunta que había expuesto en dichos momentos. –“Me
parece que el que te quedes o no, no depende de mí esta vez, sino de Jack que
es el que tiene algo que contarme, Tomek. Así que él es quien tomará la
decisión de si te escoltamos afuera, o te quedas con nosotros hasta saber dónde
reubicarte”-. Era el momento crítico.
Todos nos giramos hacia Jason para que se pronunciase, mientras él aún seguía
mirando fijamente hacia mi posición. En un momento se hizo el silencio, y como
si una cuerda tirase de su cabeza, fue girando tensamente hasta posar sus ojos
en los de Larson, el cual esperaba por una respuesta inmediata. Jason entonces se
enderezó altivamente, y expuso con un tono totalmente extraño en su persona,
pero increíblemente familiar en su hermano, las siguientes palabras, haciendo
así la mejor actuación de Jack que había visto jamás. –“Que se quede si le da
la gana. Va a morir de todas formas así que no hay peligro alguno. Además así
puede saber lo que va a pasar con sus queridos compañeros, y lloriquear un poco
por haber sido tan estúpido de creer que los iba a mantener a salvo con esa
idiotez de trato”-.
Al escucharle me lo quedé mirando totalmente estupefacto.
Había visto a Jack imitarlo con frases sueltas para que no se supiese que era
él en realidad, por lo que siempre pensé que el observador de los dos era el
testaferro, mientras Jason no miraba para su hermano ni aunque se lo encontrase
de frente. Pero ahora que lo había oído hablar con tanta soltura como si fuese
el mismo Jack el que estuviese a mi lado, me hacía darme cuenta de mi amigo tenía
más presente a su hermano de lo que nos quería hacer creer.
Mi asombramiento debió parecer un atisbo de asustamiento,
pues el alcalde se apresuró a contratacar el argumento de mi amigo para
tranquilizar mi atemorizada alma. –“Tranquilo Tomek. Jack sabe que no puede
tocarte mientras cumplas con el trato, así que por la cuenta que le trae, por
mucho que diga no podrá hacerte nada. Jack, que demonios ha pasado en el
laboratorio, y por qué no está mi hijo contigo”-. Aunque sus palabras iban en
parte dirigidas a mi persona, en todo el rato de la exposición Larson no
apartaba la mirada de Jason, como si quisiera recordarle a modo de amenaza
intrínseca, las consecuencias de sus acciones ante tal tema. Jason por su
parte, no se amedrentó, al igual que no lo hubiera hecho su hermano. Y contestó
al alcalde, siguiendo con su impecable actuación. –“Los malditos campesinos
atacaron la base para ir a buscar a esa escoria de Charlie. Intenté reducirlos
con los secuaces que custodiaban las instalaciones en ese momento, pero
entonces llegó Hyter y me dijo que me hiciera cargo de este y de Cameron, para
sacarles de allí lo antes posible. Así que primero le recogí a él hecho ya una
verdadera mierda, y luego fuimos a por Cameron, pero no lo encontramos en su
habitación. Al parecer Jason se lo había llevado aprovechando la batalla del
laboratorio. Así que ni idea de donde está a estas alturas”-.
Al escuchar como Jason se autoinculpaba de haberse llevado
al chico, un mal presentimiento se cruzó por mi mente. Sabía que era lo más
lógico ya que se habían cambiado los papeles, y era necesario para la historia
seguir más o menos la línea de los acontecimientos, para no tergiversarla
demasiado y correr el riesgo de que se notase nuestra estafa. Pero ponerse así
de escaparate ante el mandamás de Dunwich de esa manera me parecía una gran
osadía, teniendo en cuenta cómo se las gastaba ante sus enemigos.
Temeroso por lo que se avecinaba, me giré para mirar al
alcalde que, en cuanto escuchó la información de boca de mi amigo, pegó un
manotazo de frustración encima de la mesa, mientras profanaba. –“¡Maldito hijo
de perra, nos la ha jugado pero bien! Es lo peor que nos ha podido pasar, Jack.
Ya sabes que el que Cam esté tan pegado a ellos es por culpa de ese desgraciado
que le ha lavado el cerebro con su lenguaje moralista, y sus locuras. Voy a
mandar que los busquen ahora mismo, para que no alcance a atrincherarse con él
en ninguno de sus dominios. ¡Dominique! Ve a avisar a todos aquellos que estén
disponibles para que les den caza cuanto antes, ¡vamos, deprisa!”-.
Jamás había visto a Larson tan alterado en su vida. Sus
manos agarradas a la mesa estaban tan tensas que lograba ver el blanco de sus
huesos por debajo de la piel. Esto se estaba complicando. Si dejábamos que
lanzasen la partida de búsqueda, no solo Jack estaría en peligro. Sino todos
nosotros al descubrirse toda la artimaña expuesta. Necesitaba buscar alguna
excusa que paralizase momentáneamente la exploración hasta que al menos
estuviésemos a salvo. Por suerte, no era el único que estaba pensando en lo
mismo, pues siguiendo milagrosamente con la actuación con toda esa tensión
acumulada, Jason expuso con una fascinante calma la siguiente propuesta. –“Espera
Larson, escucha. Si mandamos a un regimiento a por ellos, la gente se dará cuenta
de que algo va mal, y podrían encubrirlos en sus casas para protegerlos. Ya
sabes que los cazadores son jodidamente respetados por algunos. No es buena
idea exponer tan abiertamente que vamos a por ellos. Tenemos que ser más
discretos. Iré yo a por él. Sé dónde buscarlo. Cuando me encerraron en ese
sótano de mierda, les oí decir que se quedarían ahí por un tiempo. Solo tengo
que regresar para ver si encuentro alguno para sacarle algo de información a
base de golpes”-.
Jason había agarrado el picaporte mientras hablaba, así que
Dominique no pudo salir a dar el aviso a sus compañeros para que iniciasen la
búsqueda. Todo estaba ahora en manos del hombre que estaba situado al otro lado
de la mesa, y que ahora nos miraba pensativo, sopesando todas las opciones. Si
estaba de acuerdo con mi amigo, sería nuestra oportunidad para escapar y buscar
a Cameron por nuestra cuenta. Sin embargo, si decía que no, estábamos
absolutamente perdidos ante el devenir de los acontecimientos. Por lo que estábamos
completamente a su merced, como había sido en mayor o menor medida, siempre
hasta ahora.
Larson suspiró ante la incertidumbre que estaba soportando,
y por un momento, intentó olvidarse del problema de su hijo para centrarse en
lo que realmente le convenía a su guerra de poder. –“Tienes razón, Jack. Si
salimos ahí con todo lo que tenemos esos hijos de puta podrán apañárselas para
despistarnos, y solo conseguiríamos dejar que el populacho crea que somos
débiles ante ellos. Venga ve, llévate a Tomek contigo. Él sabrá mejor que nadie
donde pueden estar ocultos. Si das con ellos recuerda esto, la prioridad es
Cam. Eso siempre. Pero si puedes, quiero que me traigas también la cabeza de tu
hermano. No quiero excusas de por medio como las que me llevas dando hasta
ahora. Ese tipo siempre ha sido de lo peor que hemos tenido en este pueblo, y
le quiero muerto de una vez por todas, ¿ha quedado claro?”-
Larson estaba de lo más agresivo con el que creía que era su
subordinado, por lo que me hizo pensar que esta no era la primera vez que
trataban el tema. Sus palabras calaron tanto en mí, que ni si quiera pude ver
la silenciosa afirmación de Jason a sus palabras. Tan solo podía pensar en el
hecho de que Jack, siendo como era su facilidad de apretar el gatillo, había
dado evasivas a Larson para no matar antes a su hermano. Eso me dejó totalmente
descolocado, y seguramente a Jason también, que ya me estaba enganchando por mi
brazo bueno, para salir de la estancia con un agarre excesivamente fuerte. Me
hacía realmente daño con su mano aprisionando exageradamente mi piel, en lo que
parecía un acto adrede, sin saber yo muy bien porqué lo hacía, hasta que
insistió clavándome las uñas en el antebrazo de una manera realmente dolorosa.
Fue entonces cuando por fin comprendí lo que me estaba intentando decir con tal
hecho. Él había estado actuando impecablemente durante todo este tiempo pero yo
no había dicho nada. Ni si quiera cuando habían expuesto el tema de eliminar a
mis amigos. Había estado tan absorto en mis pensamientos que ni si quiera
llegué a pensar que yo sería la causa del desmoronamiento de la historia, por
lo que rápidamente, me esforcé por interpretar una versión de mí, mucho más
asustada por los acontecimientos, de lo que estaba en estos momentos. –“¡No, ni
hablar! ¡No voy a colaborar en dar caza a mis amigos! ¡Antes muerto!”- Intenté
deshacerme del brazo de Jason para ser más convincente, y continué con mis
lamentos por la vía que me resultaba más factible de creer. –“¡Usted me
prometió que no les haría nada si colaboraba! ¡No puedo creer que me fiase de
su palabra! ¡Jamás volveré a ponerme en sus manos, ¿me oye? Jamás!”- Jason,
volvió a agarrarme con fuerza, y me tiró hacia delante para que saliésemos los
dos de ahí lo más pronto posible. Lo habíamos logrado. A mis espaldas se
escuchaba la respuesta del alcalde a mis lamentos, mientras ya saboreábamos el
dulce sabor de la victoria. –“Tranquilo, Tomek, a ti aun no te mataré. No al
menos hasta que encuentre la cura que salve a mi hijo. ¡Así que despídete de
tus amigos en cuanto puedas porque no volverás a verlos nunca más!”- Y así, con
tal amenaza. Abandonamos el habitáculo donde mirando cara a cara al diablo,
aprovechamos su instantáneo parpadeo para librarnos de su embate, una vez más.
Una vez fuera del recinto del ayuntamiento, seguí a Jason
calle arriba hacia donde estaba nuestra antigua posada. Desde que habíamos
salido no habíamos cruzado una sola palabra por precaución, pero al menos ya me
había soltado el brazo para avanzar libremente, por lo que me coloqué a su
lado, y le pregunté suavemente mirando a mis espaldas por si alguien nos
seguía, la pregunta más obvia que podía hacerle en dichos momentos. –“No me
puedo creer que estemos caminando libremente por las calles después de todo
esto. Nos hemos librado por los pelos, ¿A dónde vamos ahora?”- Estaba
oscureciendo, y me costaba ver el rostro tensado de Jason entre los atisbos de
oscuridad, por eso su contestación me dejó aún más impactado de lo que lo
hubiera hecho de por sí a plena luz del día. –“Vamos a hacer lo que le hemos
dicho a Larson que haríamos. Vamos a buscar a Cameron al único sitio después
del ayuntamiento al que Jack ha podido llevarlo. A casa de nuestros padres”-.
Eso es todo por hoy, si por casualidades de la vida acabáis
en este lugar inhóspito no dudéis en no llevar las clases de interpretación
demasiado lejos, o acabaréis tomando decisiones tan enajenadas como las
nuestras.
Con afecto.
Tomek Sikorski
No hay comentarios:
Publicar un comentario