viernes, 23 de septiembre de 2016

26. Sombras del pasado (Segunda parte).

Nota: Veintiseisavo capítulo del relato, para ir al primer capítulo pulse aquí:  Capítulo 1

Para ir a la primera parte del veintiseisavo capítulo pulse aquí:  Primera parte


Al exponer Peep su pregunta Jason y yo nos miramos al unísono para ver quien comenzaba primero el relato de lo vivido, dejando a un lado las intensas miradas de nuestros dos compañeros que estaban expectantes por saber todo lo que se habían perdido en estos infatigables días. Señalé hacia mi persona para darme el pie en un intento de llevar la conversación desde el principio, que fue el punto de partida hacia el ayuntamiento para ver a Larson con el chico en un intento fallido de que explicara la situación a su padre, antes de que se desatase la terrible fatalidad de los acontecimientos dados posteriormente. Jason al verme comprendió a donde quería llegar con mi propuesta y asintió silenciosamente para que comentase el relato más extraño y caótico que habrían escuchado jamás de mis labios.

Comencé por nuestra salida de la casa hasta que me encontré con Jason en la habitación del chico mientras estaba con Jack, dejando siempre muy claro de mis intenciones sobre llevar Cameron primero a reencontrarse con su padre, y de colaborar con los testaferros en un intento de sacarlo de allí y poner fin a todo esto. Peep parecía expresar un gesto suspicaz en dichas partes, dándome a entender que sembraba la duda en la creencia de mi relato, pero por suerte no dijo nada y decidió dejarme hablar de manera continuada. Magda por el contrario se la veía claramente horrorizada, sobretodo en la parte en que expuse que Cameron no reaccionaba a nuestros actos ni aun poniéndonos delante de sus narices. Fue ahí donde Jason decidió intervenir para exponer la cruda realidad dada desde su punto de vista. –“Y eso no es lo peor. Desde que el crio decidió que podía levantar los brazos de nuevo, lo hizo para intentar darnos muerte a Tomek y a mí. Mira que hay gente como este forastero que tengo aquí a mi lado que aún no es capaz de distinguirnos a Jack y a mí en un año entero que lleva con nosotros, pero Cameron estando tan en otro mundo como estaba y está en estos momentos, al tenernos a los dos en frente no dudó en intentar matarme a mí en vez de a Jack, lo que me hace pensar que algo le han hecho para que actúe de esa manera solo con nuestra orden”-.

Jason siguió hablando mientras mi mente analizaba lo que acababa de decir. En parte tenía razón. Aunque Jack quería matar al crío por miedo a que fuera a por él. Cuando estuvo a solas en la estancia cambiándole de ropa y metiéndole en esa especie de armario Cameron no parecía haberse revelado contra él. O al menos Jack no dijo nada del tema al respecto. Por lo que estaba claro que al menos habían realizado algo en su mente para que nos distinguiese de entre todas las personas de este pueblo malnacido de la mala esperanza. Eso suponía un problema, ya que tendríamos que lidiar con ello a nuestra manera si queríamos cuidar de él, pero por otra parte dicho hecho nos daba una cierta esperanza al pensar que si nos reconocía podríamos acabar haciéndole recordar quienes éramos en realidad, y lo unidos que estábamos por una causa en común. Intenté quedarme con esa visión positiva del asunto y seguir escuchando a mi amigo que ahora estaba relatando su experiencia en solitario antes de darnos alcance en el laboratorio de los testaferros.

Al parecer el camino de Jason tampoco fue de lo más sencillo antes de cruzarse conmigo. Por lo que estaba contando, discutió fuertemente con Peep después de nuestra marcha, y al terminar salió tras nuestros pasos para ayudarnos en nuestro plan. Pero una vez que llegó al bosque, sus determinaciones se vieron obstruidas ya que otro grupo de campesinos que peinaba el bosque después de nuestro desencuentro se lo encontró caminando hacia nuestra dirección, y confundiéndole con Jack, se abalanzaron sobre él en un intento de frenarle para que fueran ellos los que nos entregasen ante Larson. No fue hasta varios días después que vieron a Jack por alguna de las misiones cuando se dieron cuenta de que tenían confinado en sus terrenos a Jason, no a su hermano. Los que les dio veda para golpearle en varias ocasiones para intentar sonsacarle información sobre porque yo había aceptado el trato de los testaferros, y que teníamos planeado con ello, creyendo que era nuestro plan inicial. Jason no les respondió absolutamente nada, ni si quiera que no sabía de tal cosa y que estaba tan sorprendido como ellos. Había sido fiel incluso después de enterarse de que en teoría los había traicionado.

Por lo que siguió contando logró liberarse de su capturación una noche tras haber recogido un cuchillo que habían dejado olvidado cerca de él. Parece ser que la astucia en momentos de pánico era algo de familia pues tal y como lo estaba relatando parecía que era en realidad el momento en que Jack se aprovechó de mí para liberarse de sus ataduras y marcharse de nuestro reclutamiento. Después de su huida volvió al que decían que era mi hogar pero este estaba vacío así que se curó como pudo y fue en nuestra búsqueda.



En ese momento volví a entrar yo para ir intercalándonos a la hora de contar el resto de la historia. Según íbamos relatando los hechos nuestros compañeros iban volviéndose cada vez más ojipláticos, hasta que llegó el punto en que la muerte de Hyter se puso sobre la mesa que fue cuando finalmente se desató todo el escándalo. –“¡¿¡Hyter ha muerto!?!”- gritaron al unísono Magda y Peep haciendo que hasta Cameron, el cual seguía dormitando como un bebé, se despertara abruptamente de la sorpresa acontecida en la sala. Al verlo Jason se levantó para intentar tranquilizarle mientras aclaraba el asunto que a todo el mundo para tranquilizar la estupefacción de la estancia. –“Si, ha muerto. O al menos eso creemos porque para salir invicto de esa escena de locura habría que ser un maldito coloso, y él, por mucho que se entrene para aguantar lo que sea, sigue siendo un simple mortal. Así que yo creo que podemos dejar de contar con su existencia a partir de ahora.”-. Jason nos miraba de forma general mientras agarraba al chico por los hombros suavemente, para tranquilizarlo y hacerlo dormir nuevamente. Por un momento creí que nadie iba a decir nada. Magda y Peep seguían tan asombrados por lo ocurrido que no eran capaces ni de expresar una sola palabra, lo que me parecía algo excesivo dadas las circunstancias. A mi parecer, Hyter era tan solo un peón de una  desmesurada organización que nos amenazaba constantemente con su omnipresente existencia,  por lo que me aventuré a explicar dicho dato relevante, por si a causa de la expectación se habían olvidado de la terrible persona que manejaba Dunwich a su antojo, creando tras de sí el pueblo más fatalista que se hubiera visto jamás. –“Si, así es. Habría tenido que ocurrir un milagro para que ese malnacido hubiese sobrevivido. Pero no tenemos que ponernos a dar saltos de alegría, ya que Larson es el que debería preocuparnos en estos momentos teniendo con nosotros a su hijo en este estado, y tras haber realizado nuestro engaño hacia su persona”-.

Dicho esto me dispuse pues a contar el relato del ayuntamiento, pero antes si quiera de que pudiese empezar, Peep me explicó una realidad que llegaba más lejana aun de mi llegada, y que por tanto había pasado desapercibido por mi persona al ignorar lo que no sabía todavía de este pueblo en el que habitaba malsanamente desde hacía casi un año entero. –“Es mucho más de lo que crees, Tomek. A Larson se le puede doblar. No hay problema con eso. Solo hay que ver que incluso los que trabajan para él tienen sus propias ambiciones ocultas que le pasan desapercibidas por completo. Lo único que tiene ese tipo es poder. Poder y mucho dinero para manejar a su antojo a todo aquel que esté en un apuro económico. Por eso nosotros somos sus opuestos. A nosotros no nos puede manejar porque no tiene con que si no captura a alguno de los nuestros, y ya nos encargamos nosotros de sacarlos cuando eso ocurre. Sin Hyter en la ecuación que era la astucia personificada, estamos mucho más libres. Está también Jack por su puesto, pero Jack en el fondo odia tanto a Larson como nosotros. Solo hay que mantenerlo al margen para ir directamente a por el alcalde”-.

Los ojos de Peep brillaban ansiosos por el plan. Yo no entendía como sus ansias por acabar por todo lo llevaban tan lejos de la realidad vivida por nosotros, pero ahí estaba, ignorando que los testaferros podrían matarnos en cualquier momento, o que Jack nos aniquilaría antes si quiera de que pudiésemos pensar que se apartaría de nuestro camino para dejarnos pasar. Era como si todo lo demás fuera mera arena para él en medio del inmenso oasis fijado como su objetivo. Miré a Magda tras sus palabras por si quería aportar algo, pero seguía sumida en sus pensamientos sin hacer si quiera caso a los alocados planes de Peep. Ahora que había hablado con Larson del tema comprendía más su comportamiento. Su hija estaba en el bando contrario trabajando codo con codo con Hyter. La situación de exposición de esta y su hija, tras la muerte de su compañero las dejaba totalmente abiertas a cualquier ataque. Por lo que había oído, los campesinos ya habían capturado a la niña en otra ocasión con el tiburón de Hyter siempre presente al lado de su madre. Si volviera a pasar ya no tendría tantas garantías de que la niña fuese rescatada tan rápidamente en dicha ocasión dada la minación de los testaferros. Estaba seguro de que Magda aunque estuviera en el otro bando sufría por todas estas preocupaciones diariamente, por lo que intenté alentarla al respecto para suavizar sus preocupaciones, pero antes de que pudiera hacerlo, Jason se interpuso para contar con todo lujo de detalles nuestro encuentro de Larson en el ayuntamiento, y el posterior rescate de Cameron en la casa de sus padres dejándome como alternativa, el hablar con Magda en otra ocasión, y seguir con el plan estipulado para dejar constancia de todo lo ocurrido hasta la fecha.



-“Hablando de Jack hay una cosa que debéis saber al respecto…”- Comenzó a decir Jason, antes de soltar al chico y continuar con el relato. Resumidamente lo explicó todo con pelos y señales, sin mencionar ni por asomo, nuestro acuerdo con Jack sobre esa noche. En dicho momento Jason se saltó la verdad para decir que recogimos al chico en casa de Jack cuando no había nadie en casa, y que matamos a la criatura con uno de sus artilugios arrastrándola de vuelta para no dejar pistas en la casa ni en la ciudad, hasta que llegamos a nuestro accidentado encuentro con Peep que puntualizaba el final de esta rocambolesca historia. Ninguno de los presentes dijo nada mientras Jason hablaba, pero podía ver la emoción de Peep en sus ojos. Una vez terminada la historia, Peep estalló en un alarido de alegría mientras golpeaba animosamente la mesa acompañando el gesto con dichas palabras de júbilo. –“¡No me lo puedo creer! ¡Ha salido todo de maravilla! Sabéis lo que va a pasar ahora, ¿verdad? Da igual lo que Jack haga, está jodido de todas formas. Tanto si Larson se entera del engaño, como si no. En cualquiera de los dos casos se lo carga o por creer que es Jason que tiene a su hijo, o por haberle engañado vilmente, y haberse dejado suplantar por vosotros. Jason, vas a tener que dejarte las vendas en los ojos un tiempo. Si Larson te ve así será más fácil que reconozca a Jack y entonces ¡pam! otro menos del cual preocuparse. ¡Es fantástico!”-

Mientras Peep celebraba ya la muerte anticipada de Jack yo caí en la cuenta de que esta vez mi compañero tenía razón. Había sido un completo descerebrado ¿Cómo es que no lo había visto antes? Por eso nos dejó marchar al fin y al cabo. Estaba intentando salvarse de una encerrona que lo tenía cercado por todos los lados posibles. Era prácticamente imposible que sobreviviese. Tan imposible como el milagro de que Hyter hubiera podido sobrevivir a tal ataque.

Ante estos pensamientos miré a Jason el cual ya me estaba observando desde su posición, seguramente sabiendo aciertas que dichas preocupaciones estaban atravesando mi mente en estos momentos. Luego de devolverle la mirada asustado, se giró hacia Peep y dijo con voz tranquila –“Si, es lo más probable que ocurra. Las llevaré todo el rato que haga falta, Peep. No te preocupes por ello. Lo atraparán antes de que se me acaben de curar del todo así que no habrá problema de todas formas”-.



Peep ya estaba asintiendo con premura a sus palabras con una gran sonrisa en el rostro. Yo sin embargo no podía dar crédito a lo que estaba oyendo a través de su confirmación. Tanto él como yo habíamos escuchado a Larson decir que Jack le había dado largas a la hora de matar a su hermano, y luego en su casa, nos dejó marchar confiando en nuestra palabra de que no diríamos nada de esa noche. Por eso intenté intervenir para poner un poco de cordura al asunto, y dejar el tema escabroso de la futura muerte del hermano de mi amigo, en un intento de focalizar la atención en lo que debería ser tratado en su total importancia.

–“Eso no debería preocuparnos ahora. Yo creo que en vez de centrarnos tanto en la caída de Larson y sus súbditos, deberíamos aprovechar este impasse producido por una de sus bajas para escapar de este pueblo de una maldita vez. A lo mejor el resto no os queréis ir muy lejos por añoranza de estas tierras, pero podríais instalaros lo suficientemente cerca como para que el chico y yo os visitemos desde el Este de vez en cuando. Creo que si lo llevo al hospital de mi ciudad podrán curarlo en su totalidad sin problemas. Tienen un programa médico estupendo que pude comprobar cuando mis padres estuvieron ingresados a causa de…”-. Mi explicación quedó interrumpida por los aspavientos de incredulidad que estaba lanzándome Jason hacia mi dirección. En cuanto los vi me fui quedando en silencio progresivamente extrañado por su comportamiento, por lo que aprovechó mi ausencia de voz para interrumpir mí propuesta con tales ecos de desconcierto.

–“¡¿¡Pero de qué demonios estás hablando, Tomek!?! ¡¿¡Marcharnos!?! ¿¡¿A dónde!?!. ¡Nosotros no pensamos irnos a ninguna parte! ¡Nunca ha sido nuestro plan! Vamos a quedarnos aquí y a hacer de Dunwich un lugar mejor. No dudes ni por un momento en que preferiría la muerte antes de huir como un cobarde a tierras lejanas. Yo me quedo aquí, e imagino que el resto también, así que vete haciéndote a la idea de que no vamos a vivir todos felices en tu antiguo hogar porque eso no va a pasar. Si quieres irte adelante, pero te irás tu solo. El chico se quedará en sus raíces como todos nosotros. Como seguramente quería él para su vida antes de que todo esto pasara. Así que tú decides en solitario tu destino de partida. Lo respetaremos si quieres irte, pero no nos metas a ningún otro en la situación porque nos negamos rotundamente”-

En cuanto Jason expuso con tal dureza sus crudas palabras me quedé anonadado escuchándole. ¡¿¡Cómo podía estar tan demente de querer quedarse aquí habiendo pasado por tanto en su vida!?! Miré hacia el resto para cerciorarme de su posición y efectivamente, todos estaban tan determinados como mi amigo en dichos momentos. Parecían no pensar en Cameron ni en ellos mismos con tales palabras. Era como un suicido. Parecía realmente como si de verdad estuvieran dementes de verdad, y yo fuera el racional extraño del que no entienden sus intenciones. Ahora no solo una mesa nos separaba. Nos alejaba un sentimiento mucho más profundo del que comenzaba a tener un creciente temor de si mi estancia aquí era lo más sano para mi mente, o por el contrario me estaba hundiendo en las profundidades de la locura como entreveía en ocasiones tras sus actos desacertados.



En dichos momentos todos se me quedaron mirando en silencio a espera de mi respuesta, por lo que balbuceé inconexiones debido al tremendo shock que sentía tras su sentencia. –“Yo… Yo creía… pero como no vais a… de verdad no entiendo… no entiendo porque no…”-. No lograba exponer la tremenda impresión que sentía en mis adentros tras la confesión de mi amigo.

Al verme, todos se quedaron esperando a que me hiciera oír, pero al notar mi incredulidad ante lo expuesto, Peep me lapidó las escasas ilusiones que me quedaban con tal sentencia. –“Tomek, nunca te hemos pedido que nos salves así que no intentes hacer planes para nuestra causa que no vayamos a cumplir. Nosotros nos quedaremos aquí y haremos todo lo posible para que caigan uno a uno todos los testaferros. Ahora le toca el turno a Jack así que mañana mismo nos pondremos manos a la obra para que sea más pronto que tarde. Si te quieres quedar eres bienvenido. Si no te deseamos mucha suerte en tu viaje de vuelta al Este so-lo. Es lo más que podamos ofrecerte. Eso y una cama en estos momentos, que te veo tan exhausto que no creo que puedas pensar con claridad ni si quiera algo tan banal como cuanto azúcar quieres con el café ahora mismo. Así que venga, todos a dormir. Yo me quedaré con el chico, y Magda me relevará cuando se despierte. Vosotros reposad sin preocupaciones que ahora mismo es lo que necesitáis. Vamos ¡a descansar!”-

En cuanto escuchamos las palabras todos aceptamos su sentencia en silencio y nos encaminamos hacia las habitaciones. Jason, el cual se veía claramente molesto por mi comentario no me dijo nada, pero en cuanto comenzamos a subir las escaleras hacia el piso superior, Magda me dio alcance para decirme unas palabras alentadoras que levantasen mi ánimo esparcido por el suelo. –“No te preocupes, todo se andará. Ahora ve y duerme que te lo mereces más que nadie en este mundo”-. Apretó mi mano contra las de ella con una sonrisa afectuosa y me adelantó en las escaleras para dejarme a solas en mi cedido cuarto con una cama esperando a que mi corazón oprimido descansase del tormento psíquico producido en su interior al menos físicamente, pues sabía que en cuanto me despertase su opresión seguiría en mi pecho al saber que mi salvación conllevaba el dejar atrás a mis compañeros a través de cualquier escenario posible, en el que una historia feliz se antojaba ya como algo utópico e imposible de conseguir.

Eso ha sido todo por hoy, si de casualidad acaban en estos parajes mal llevados por el infortunio, duden por primera vez en buscarme. A lo mejor si me encuentran, llego a instaurarles mi tormento establecido, dejando que esta prisión les mantenga tan confundidos a la hora de creer que es y que no es lo correcto, como yo lo estoy dudando en estos momentos fatídicos para mi corazón.
Con afecto.
Tomek Sikorski

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