viernes, 10 de marzo de 2017

39. Tras tus pasos

Nota: Treintainueveavo capítulo del relato. Para ir a la primera parte de la novela pulse aquí: Capítulo 1


Escribo esto, mientras espero a uno de los jefazos de los aldeanos, para intentar poner en orden mis ideas con respecto a lo que ha pasado.

Todo comenzó cuando regresé de la cabaña de Peep hacia mi casa. En ese momento comencé a elaborar el plan para rescataros a ti, y a Cam. Había sido un soberano estúpido creyéndome las palabras de esos pueblerinos. Pues claro que estabas con ellos, era la opción más viable. Puede ser que los que me hablaron de ti no tuvieran ni idea de que te encontrabas dentro de la aldea, pero seguramente los que trabajan para Larson te tenían ya allí con ellos, tratando de hacer algo por tu vida mientras contactaban con los testaferros para saber que hacían contigo. Espero llegar a tiempo antes de que te hayan podido trasladar. Si no tendré que dejar al chico en mi morada solo para ir al sanatorio a buscarte, y vete tú a saber lo que podría sucederle en mi ausencia en esa casa llena de trampas. Sea como fuere ya me las apañaré. Ahora lo importante es teneros a los dos a salvo junto a mí. Los peligros que lo implican carecen de importancia.


Después de llegar a mi hogar, y serenarme levemente de mi encuentro con el viejo, comencé a prepararlo todo para mi partida hacia la aldea de donde saldría con los dos de vuelta a mis parajes. Lo tenía todo planeado. Esta vez no dejaría que me pillasen ni cansado, ni en desventaja. Se de sobra que esas gentes no tienen ni para pagarse una pistola decente entre cinco, así que esa será mi ventaja. No solo me armaría como si de un día normal se tratase, sino que intentaría llevar tantas defensas como me fuera posible entre las ropas bien a la vista, para que les entrase el miedo en el cuerpo nada más verme aparecer por el horizonte.

Una vez listo, me aventuré a las calles sobre el anochecer. Aun cuando todavía quedaba algo de luz en el cielo. Quería pasarme primero por el poblado para preguntarle a John antes de que se fuese de su armería para ver si sabía algo del asunto que Peep había recalcado, y que me había dejado tocado desde entonces. El hecho de que Hyter siga vivo.

Como ya te había comentado antes, mientras buscaba saber algo de Jack había oído rumores acerca de que Hyter andaba por ahí tan campante, como si la noticia de su muerte jamás hubiera traspasado las paredes del laboratorio donde perdió la vida a causa de haberle encerrado con esa monstruosa bestia.

Al principio pensaba que este hecho era en realidad una estrategia de Larson para no mostrar la pérdida de su fuerza delante de sus ciudadanos. Hyter, por más que le pese al alcalde, es de lo más conocido en las calles, tanto por sus acciones, como por él mismo, que en más de una ocasión ha ido en busca de información por su cuenta, metiéndose hasta en las tierras más inhóspitas para hablar directamente con la gente del lugar, sin andarse con medias tintas. Quisiera ver yo a Larson haciendo eso, que todos sabemos que sin sus secuaces alrededor no sale ni para comprar en el mercado.

Como iba diciendo, al enterarme de las habladurías populares no le di la mayor importancia al tema en cuestión, pero después de que ese viejo cotilla haya reafirmado que sigue vivo por activa y por pasiva, me he parado a pensarlo más detenidamente. Por mucho que los dos hayamos estado allí para ver que era imposible que hubiera podido librarse de esa, que el pueblo entero y el propio Peep estén de acuerdo en que sigue con vida me da mala espina, así que por eso me tomé el rodeo al pueblo como algo necesario para vuestra búsqueda. No quería bajar a la aldea y encontrarme por allí con ese titán husmeando él también vuestro rastro, sin previo aviso.

Al entrar en su tienda me encontré a John totalmente enfrascado en sus cuentas a punto de cerrar. Estábamos ya completamente solos, por lo que aproveché para preguntarle directamente sobre el doctor. –“Perdona por las horas, pero tengo que hacer un trabajillo y necesito saber con urgencia si Hyter sigue vivo. Sí. No me pongas esa cara. Larga historia. ¿Sabes algo del tema? Te agradecería cualquier cosa que pudieras decirme al respecto”-.

No tuve que decir más. John salió de sus números y, después de mirarme con una extrañeza que me indicaba que no entendía muy bien el porqué de mi pregunta, me respondió. –“No sé qué os habrá pasado pero por mi experiencia sé Hyter sigue vivo y coleando. Todavía ayer alguien vino a recoger su pedido para llevárselo al sanatorio. Me resultó extraño porque siempre aparece él por aquí para atosigarme con su meticulosa revisión antes de llevarse cualquier cosa, pero aparte de eso, no he visto nada extraño que me hiciese pensar que se ha ido. ¿Va todo bien, Jason?”-.

Ya tenía lo que quería, y no quería preocupar más al pobre hombre con nuestras cosas, por lo que le quité importancia diciendo que había oído algún que otro rumor por ahí, y me largué rápidamente hacia vuestra búsqueda allí en los campos. Sé que John no me mentiría en nada así. Invertimos mucho dinero en su tienda, y además por si no lo sabías aún, es, bueno, era primo del pobre Henry. Nunca quiso meterse en nuestra causa por más que le insistimos, pero todo el mundo sabe que nos da un trato de favor siempre que puede. Los testaferros más de una vez han intentado sonsacarle algo, pero jamás ha cedido. Si dice que Hyter anda por ahí pidiendo armas, aunque no haya aparecido por el lugar personalmente, tengo que ándame con ojo si no quiero ser tiroteado a mis espaldas. Espero que tú también te estés guardando de él, Tomek. Solo nos quedaba que después de todo, la vida nos diese ese revés tan traicionero. Aguanta que en nada estarás conmigo, y entonces sí que todo habrá terminado.


Tras la novedad de que nuestro enemigo andaba suelto, me esperé lo peor. Bajé a toda prisa el bosquejo hasta visualizar de nuevo los campos. Si te digo la verdad, después de tantos años aún no sé cómo esos palurdos logran sobrevivir una y otra vez. Después de estos días la entrada del poblado seguía igual de destrozada que cuando vine por primera vez a por vosotros. Tan solo un par de guardias la vigilaban perezosamente. Me los podía haber cargado con el rango que tenía sin que se diesen si quiera cuenta de que estaban siendo amenazados, para acabar entrando a mis anchas en el poblado, pero tampoco era plan de ponerme brusco con ellos. Sabía que primero de todo debía negociar para que os devolvieran sanos y salvos, por eso me limité a acercarme lentamente, para darles tiempo a verme llegar, y una vez que me echaron el alto les dije. –“Vengo a por Cameron, y a por Tomek. Así que ya me los estáis dando”-.

Como empezaron con las mismas excusas de siempre sobre que no te habían visto desde el ataque, y demás tonterías, les frené en el acto y les solté aquello que si no lo habían pensado anteriormente, que con esta gente nunca se sabe, acabaran dándose cuenta ahora. –“No me vengáis con memeces que sé que tienen que estar los dos aquí. ¿Habéis hablado con el equipo de Larson por si lo habían encontrado? No. Por supuesto que no. A vosotros no os importa una mierda que alguien haya arriesgado la vida por vosotros. Tan solo escondéis la cabeza como las tortugas para evitar que os pase nada malo. Me dais asco. Sois todos unos cobardes”-.

En respuesta a mis insultos levantaron sus armas, pero poco me importaban a mí sus amenazas. Para ellos el gastar una bala les supone un sacrificio enorme. Además yo ya había venido preparado, y les encañoné en respuesta con mis dos mejores revólveres, haciéndoles vacilar de inmediato. Esta era mi oportunidad de encontraros, y me daba igual lo divididos que estén en estos parajes, o lo mucho que se eviten entre ellos. Iba a hacer que fueran a por ti, aunque tuvieran que adentrarse en el terreno de sus vecinos no deseados. Aquellos que vivían un poquito mejor porque le seguían a Larson su juego sucio.

Al ver mi determinación se miraron entre ellos para saber qué hacer. Aproveché por tanto el momento para mandarles las instrucciones necesarias para aligerar las cosas. –“Id en busca de esos malnacidos que trapichean con Larson. Quiero hablar con ellos de Tomek. Yo asumo la responsabilidad de todo, que no he venido aquí buscando pelea. Tan solo quiero a mis amigos de vuelta. Eso sí, como os vea tenderme una trampa o algo del estilo, os lleno el cuerpo de plomo ¿entendido? Pues venga, tirad que no tengo toda la noche. En marcha”-.

Sé que en cuanto leas esto me reprenderás por mi rudeza, Tomek, pero con esta gente es necesario. Estos tipos si no les atas en corto se te van de las manos, y acaban haciendo barbaridades como cuando me secuestraron creyéndose que era Jack. No se puede dejarles hacer como has hecho tu cuando apareciste por aquí con el chico. Eso es de lo más peligroso. Por eso yo, en esta ocasión, hasta negocié con ellos para que uno se quedara conmigo mientras el otro iba a por los demás. Por precaución. Así tenía un rehén si la cosa se ponía fea, mientras que ellos se aseguraban de que no me metía en sus dominios aprovechándome de su ausencia. Aunque francamente, hubiera podido entrar cuando hubiera querido si ese hubiese sido mi plan. Por ahora lo primero que quiero hacer es dar contigo. Tú eres en quien debo centrarme. Luego ya cogeremos al chico también, y nos iremos.


Como puedes leer, la misión va más o menos direccionada a que todo acabe como es debido. En estos momentos estoy esperando aquí con este malnacido que me mira enfadado de reojo, al verme salirme con la mía tan fácilmente. No entiendo como pueden ser tan descarados cuando siempre tienen todas las de perder. Podría obligarle a que dejase de mirarme de ese modo, pero la verdad es que me preocupa bien poco lo que haga, tan solo quiero que llegues ya de una vez para que podamos proseg…

Continuará…

No hay comentarios:

Publicar un comentario