viernes, 22 de julio de 2016

22. Confinado en el infierno (Tercera parte).

Nota: Tercera parte del veintidosavo capítulo del relato, para ir al primer capítulo pulse aquí:  Capítulo 1

Para ir a la primera parte del veintidosavo capítulo pulse aquí:  Primera parte

En cuanto sentí el resonar de las balas creí que me desmayaba del espanto visualizado. Al pobre Charlie no le había dado tiempo a reaccionar cuando su cuerpo recibió tal impacto y se quedó inerte para siempre. Yo por mi parte, comencé a gritar al ser abominable que había hecho tal atrocidad, sin importarme si quiera lo que fuera a ocurrirme a mi después de tales palabras. –“¡¿¡Pero qué has hecho!?!  ¡¿¡Te has vuelto loco!?! Creía que eras diferente al resto de estos monstruos y vas y… ¡eres horrible! ¿Acaso no te importa el daño que infrinjas con tal de salirte con la tuya?”- Las palabras salían entrecortadas de mis labios mientras sentía la rabia fluir en mi interior. Con la ayuda de Jack hacia Cameron pensaba que quizás habría una forma de entender al hermano de mi amigo, pero acababa de darme cuenta de que tan solo había sido una ilusión producida por mi costumbre de intentar ver la bondad ajena por muy escondida que pueda estar en su interior. Jack actuaba simplemente por su propio interés sin tener en consideración a nadie más que su persona. Por eso no me sorprendí en absoluto cuanto me dedicó estas palabras en respuesta a mis ataques. –“Oh, vamos, Tomek. No te pongas sentimental. Si vas a sufrir por todo aquel que conoces de unos segundos no vas a parar de ser un mar de lágrimas. Créeme, aunque no lo he hecho por ello, esto ha sido lo mejor para ambos. Ese tipo te hubiese despellejado en cuanto hubiese tenido la mínima oportunidad”-. Dicho esto se acercó a mi camilla donde me encontraba sujeto, y comenzó a desatarme sin más dilación. Haciendo el menor caso posible al cadáver que tenía justo a sus pies en la esquina de la sala. –“Ni te acerques. O juro que acabaré contigo en cuanto me aflojes una sola extremidad”-. Mis ecos debían resultar extraños salidos de una persona tan pacifica como yo, pero a Jack eso no debió resultarle atípico, o al menos no le importó lo suficiente, porque haciendo caso omiso de mis amenazas, me expuso una tentativa difícil de rechazar. –“Te recuerdo que aunque estemos con los papeles cambiados, sigues sin ser yo. Por mucho que me amenaces jamás conseguirás noquearme como hice yo contigo. Vamos, colabora que nos vamos a ver a Cameron”-. Y así, el que era mi más mortal enemigo, continuó desatando mis ataduras para llevarme al corazón de los testaferros, donde la persona que más anhelaba ver se encontraba custodiado por los mismos captores que ahora mismo me estaban liberando.

Tras un interrogatorio fallido sobre el porqué iba a querer llevarme Jack ante mi amigo, este solo me soltó un –“Quiero que veas por ti mismo una cosa. Venga, no discutas más y vámonos”- antes de soltarme por completo, y ayudarme a incorporarme de la camilla donde estaba recluido.


Con toda la adrenalina había pasado por alto mi debilidad latente, pero en cuanto me levanté sentí como todos mis sentidos volvían a abandonarme momentáneamente, haciéndome tomar un ligero descanso antes de hacer que mis pies tocasen el suelo listos para irnos. –“¿Ves a lo que me refería? Mira cómo te han dejado esos tipos a la menor oportunidad. Si no llega a ser por el estirado de Hyter a saber si estarías vivo en estos momentos”-. Jack me agarró de un brazo, e intentó hacer que me pusiera en pie para estabilizarme. Yo, muy a mi pesar, me ayudé de su sujeción para no irme hacia el suelo, y le pregunté lo que más me inquietaba en ese preciso momento. –“¿Por qué demonios me ayudas si la última vez que supe de ti dijiste que me matarías en cuanto me vieses? ¿Es que acaso ya no eres el hombre de palabra del que te orgullecías ser?”- Como tenía los ojos cerrados a causa del mareo pertinente no pude observar su reacción, pero pude adivinarla por el tono divertido de su voz. –“¡Menudo moralista estás hecho, Tomek! Como bien has dicho, yo solo me muevo por mi propio interés. No soy persona de fijaciones innecesarias como mi hermano. Así que si te estoy sacando de aquí no es porque quiera compartir contigo una copa, y hacernos amigos. Es simplemente, porque quiero que descubras algo para que dejes de ser el cachorrito indefenso de Larson. Eso es todo”- Y como si nada, me ayudó a ir hacia la puerta donde comprobó antes de soltarme mi equilibrio, y con una voz mucho más potente para hacerse oír a través del ruido, me expuso. –“Muy bien. Llega la diversión. Espero que estés a la altura porque no pienso cargar contigo. Yo iré por delante para ir ventilando a esos incordios, y tú me vas a seguir hasta donde yo vaya, ¿entendido? Te advierto que como te vea hacer algún movimiento sospechoso, o te encuentre escapando a mis espaldas, no dudaré en dispararte, así que se buen chico, y no defraudes al crio. Venga, vámonos.”- Y así sin esperar confirmación alguna por mi parte, se adelantó en un averno que me dejó atónito en cuanto enfoqué el pasillo hacia la libertad.


En cuanto visualicé la panorámica de la estancia me quedé petrificado de la impresión. Esto no era como nuestros enfrentamientos con los testaferros, o con las criaturas. Esta vez se podía observar como una masacre estaba teniendo lugar entre dos bandos de un mismo lugar. Campesinos de ambas facciones se estaban atacando con lo que tenían en su poder. El grupo unido a los testaferros tenía como ventaja a los sanitarios con sus armas correspondientes, mientras que la comunidad que había reconocido como los compañeros de Charlie, se habían apañado con las herramientas del campo, y unas pocas armas que tenían repartidas entre los más aventajados.

Todo esto formaba una batalla campal para la que no estaba preparado en estos momentos. Pero haciendo acopió de mis pocas fuerzas, me esforcé por dejar de pensar en toda esa pobre gente que estaba perdiendo la vida, y me dispuse a seguir a Jack por el camino que me iba abriendo entre todo ese infierno por el bien de Cameron, y por mi propio plan de escape de este pueblo bañado en la locura.

Jack no tuvo la tentativa de comprobar que me encontraba a sus espaldas ni una sola vez. Concentrado en su misión, iba dando empujones, y algún que otro puñetazo a aquellos ilusos que se atrevían a encararle haciéndome a mi participe de su poca moralidad al respecto. Solo hubo un momento en donde el hermano de mi amigo, redujo su marcha para acercarse a Hyter situado a un lado del edificio con un arma en la mano, protegiendo una puerta de la que no tenía conocimiento hasta ahora. –“Me lo llevo a la sala Este para sacarle de todo este embrollo. Con todo esto solo faltaba que Larson nos matase porque este imbécil hubiese conseguido escapar gracias a toda esta confusión”- Jack sonaba totalmente despreocupado a la hora de mentirle a ese médico tan amenazante. Era tan natural que empecé a dudar de si ese hombre era un temerario, o simplemente lo tenía todo controlado. Hyter por su parte, apartó su atención un segundo de sus objetivos para contestarle a Jack de manera neutral, como si la idea de que me fuese de sus dominios no fuese para nada descabellada. –“De acuerdo, pero contrólale un poco más, Alvery. Con su historial es capaz de unirse a los campesinos a manos desnudas.”- Su comentario hizo que apretase los dientes de la molestia que me habían causado sus palabras. Sabía que era una persona pasional que se arriesgaba en sus actos por hacer realidad un mundo mejor, pero la manera en que lo había expuesto Hyter, como si yo fuese un idiota que se iba con el primero que se encontrase, no me parecía nada decoroso por su parte. No obstante, no respondí a su ofensiva. Ese no era el momento de encararme a él. Estaba a punto de reunirme con Cameron, y eso era lo que realmente me importaba en estos momentos. Así que me quedé a un lado mientras Jack afirmaba su petición, y me fui tras de él raudamente dejando al doctor con su labor de exterminación a mis espaldas.

Al reemprender la marcha, continuamos con nuestra labor unos metros más adelante hasta dar con una puerta cerrada con llave, semi escondida a la derecha de nuestro emplazamiento, sin luz en el techo que la iluminase. Al darse cuenta de su presencia, Jack no tardó un segundo en acudir hacia ella, mientras rebuscaba en su bolsillo un manojo de llaves que comenzó a separar para buscar la pieza deseada. –“En cuanto abra la puerta pasarás tu primero pero te quedarás al otro lado de la puerta hasta que yo me adelante por si alguno de estos pirados se les ha ocurrido subir al piso superior, ¿estamos?”- No contesté a su pregunta. Ni si quiera lo intenté. Sabía de sobra que sería una pérdida de tiempo el intentar meter baza en esta situación así que sin más dilación me dispuse a entrar en cuanto la puerta estuvo abierta, pero a mitad de camino me quedé congelado al oír un grito desgarrador en el pasillo que habíamos dejado a nuestras espaldas. En cuanto lo escuché me giré para intentar visualizar lo que había pasado, pero entonces la mano de Jack que ya se encontraba detrás de mí, me agarró la cabeza y me empujó hacia delante diciendo. –“Déjate de intentar hacerte el héroe, y entra de una vez”-. Haciendo imposible que la escena entrase en mi campo de visión. Por lo que no me quedó más remedio que seguir su mandato, y continuar con el plan estipulado, dejando que una vez dentro, y con la puerta bien cerrada, él fuera otra vez en cabeza, liderando la sinuosa marcha emprendida por un estrecho pasillo inundado en oscuridad.

Continuamos por ese estrecho habitáculo durante unos metros más, en la absoluta soledad. Si antes no podía casi ni visualizar la espalda de Jack por todo el humo y derivados que se habían adherido al ambiente de guerra del pasillo inferior. La transacción al superior estaba siendo parecida de diferente forma. Pues la falta de luz hizo que chocara contra mi acompañante en más de una ocasión. Por suerte, esto no duró durante mucho tiempo, pues en la más pronta lejanía, los translucidos rayos de luz que se colaban por las rendijas de otra puerta, nos indicaban silenciosamente que estábamos llegando al piso superior.

Utilizamos dicha luz como guía, y  apresuramos el paso hasta llegar a su localización, donde con la misma técnica empleada que antes, los dos nos adentramos en la segunda planta de ese laboratorio que parecía diseñada con la misma estética que la anterior, con la diferencia que esta planta no había sido arrasada por los atacantes. Se encontraba completamente intacta, ajena a lo que le ocurría a su compañera en el piso inferior.

Continuamos por ella nuestra andadura unos cuantos pasos más, de una manera más pausada. Haciendo que Jack se fijase mejor en las habitaciones para encontrar certeramente en la que se encontraba Cameron. –“A ver, Tomek, te lo digo ahora para que no te pille de sorpresa. Puede que te encuentres a Cameron en un estado en el que no desearías que estuviese, pero por más rabia que te de verlo así, ni se te ocurra ponerte a gritar, ni nada por el estilo. Se supone que esto es un alto secreto de Hyter que ni el propio Larson conoce, así que si nos descubren tendremos más problemas de los que hayas tenido en tu vida, ¿lo captas?”-. Jack siguió observando los carteles expuestos en las puertas mientras me daba tal información, sin ni si quiera notar que me había dejado completamente descolocado con tal información. Yo por mi parte, me apresuré a ponerme a su lado para pedirle personalmente explicaciones de lo que estaba diciendo con tales argumentos. – “Espera un momento. ¿A que te refieres con que no me va a gustar lo que voy a ver en Cameron? ¿Se encuentra mal? ¿Alguien le ha hecho algo?”- Mis preguntas salían a borbotones de mi boca mientras buscaba con ellas una respuesta inmediata que aliviase mi preocupación, pero en vez de recibirla de sus labios, Jack creyó más conveniente que me contestase a mí mismo, mostrándome la puerta en la que en el interior se encontraba mi amigo. –“Será mejor que lo compruebes por ti mismo”- me dijo. Y sin más abrió la puerta que traía consigo la desolación de su estampa.


En cuanto se abrió camino hacia la habitación, pude observar a sus espaldas como Cameron permanecía sentado en una cama tranquilamente, como si esperase la llegada de algún visitante. Eso me llenó de alegría al instante. Al verle de nuevo en ese estado toda preocupación que había en mi mente se había esfumado por completo. Cameron estaba bien, sin aparente daño en su cuerpo excepto por unos tubos que rodeaban sus brazos para administrarle los medicamentos, y una venda que le rodeaba la cabeza en la que su pelo había sido cortado casi al ras por los sanitarios. Parecía que le habían dado una nueva imagen más adulta después de todo. Me lo quedé mirando con una sonrisa en los labios, y al visualizarle tan detenidamente me di cuenta de que aún no se había percatado de mi presencia, así que, adelantando a Jack, me posicioné por delante de él para que el chico pudiese verme, y alegrar así esa cara tan seria que se le había puesto en este cubículo. – “¡Cameron! Qué alegría poder verte de nuevo. Ni si quiera sabía que estabas en el mismo edificio que yo ¿Cómo te encuentras? ¿Te han tratado bien por aquí?”- Mis preguntas surcaban los aires con una alegría infinita, pero desgraciadamente no obtuvieron respuesta. Cameron seguía mirando fijamente a la nada sin darse cuenta si quiera que me había acercado tanto a un lado de su cama que casi podía tocarle con mi mano. –“Cameron. Ey, Cameron. ¿Qué te pasa? ¿Estás así por Jack? No te preocupes, yo estoy aquí para protegerte. ¿Puedes oírme? Soy yo, Tomek. Mira Cameron aquí estoy. Soy yo. ¿Me recuerdas?”- Nervioso por su falta de contestación, me puse en su rango de visión pero seguí sin obtener respuesta alguna. Cameron seguía mirando a la nada aparente con ojos apáticos, y sin expresión ninguna en el rostro. Desesperado por hacerme notar, comencé a agitar una mano en frente de su cara, pero fue inútil. No fue hasta que empecé a zarandearle suavemente para que reaccionase, cuando Jack se dedicó a intervenir para explicarme la dura realidad. –“Déjale, no vas a conseguir nada con eso, Tomek. Lleva así días. Al menos que yo sepa. Me lo encontré de la que me puse a indagar un poco entre los papeles de Hyter. Nadie más debe saber que está aquí. Al menos su padre, de eso estoy seguro. Él piensa que está internado en el sanatorio bajo el cuidado de los médicos mientras Hyter busca una cura. Si se llega a enterar de esto, ese medicucho ya estaría criando malvas”-. Mientras me hablaba, miraba a Jack con ojos de desconsuelo mientras mis manos aun aferraban el cuerpo de Cameron. Esto era una pesadilla. La única persona que creía en mí, hasta tal punto de confiarme sus más profundos secretos en su lecho de muerte. Aquella dulce persona que me sonreía, y que me había ayudado en todo lo posible en los momentos más duros de mi vida, había sido pasto de las manos de ese bruto sin corazón en el que su padre confiaba hasta la muerte.

– “No puede ser. Esto no puede estar sucediendo, Jack. Algo habrá que podamos hacer para que vuelva a ser el que era. ¿De dónde habías sacado esa medicina? A lo mejor si se la damos vuelve a ser el que era. Tú no tienes que hacer nada. Tú solo dime donde está, que ahora mismo voy corriendo a por ella”-. Mientras hablaba mi voz se quebraba en un agónico suspiro llevado por la desesperanza. Ni si quiera era capaz de mirarle mientras le pedía tal deseo. Mis ojos no podían moverse del chico que no había hecho ni un movimiento desde que habíamos llegado. –“No podemos hacer nada. Le han operado ¿o es que no lo ves? Ahora lo más que hace es babear en esta cama mientras le mantienen con vida a través del suero que le han conectado al brazo”-. Sus palabras encendían aún más mi alma que se negaba a creer todo lo que estaba sucediendo en este momento. Me dispuse a gritarle. A echarle todas las culpas de algo que él no había hecho solamente por pura frustración, pero en el momento en que me dispuse a encararle por fin desde que habíamos llegado a la estancia, su voz volvió a mí de una manera completamente diferente a como la había escuchado hasta estos momentos. –“¿Pero qué está pasando aquí?”- Extrañado por su incredulidad y suavidad en su tono de voz, me di la vuelta esperando alguna reacción de sorpresa. Pero sin poder creer lo que veían mis ojos, la estupefacción me la llevé yo, al visualizar en el marco de la puerta a la misma cara que estaba viendo unos metros más cerca de mí, y que ya miraba también en dirección al sonido. Jason se encontraba en la entrada de la habitación con los ojos abiertos como platos, o más bien el ojo, pues llevaba puesto un vendaje en el ojo derecho manchado con algo de lo que parecía su sangre. En cuanto lo vi, me incorporé del todo, dejando al chico por primera vez desde que llegué a la habitación, mientras oía a Jack darle la bienvenida como solo él sabía hacerlo. –“Vaya, vaya. Mira a quien tenemos aquí. ¿Quién te ha hecho eso en el ojo, Jason? Me gustaría invitarle a un trago. Ya sabes. Para agradecerle la labor”-. Jason, que estaba fijo en Cameron y en mí, ignoró la bravuconería de su hermano, y tan solo dijo unas palabras dirigidas a mi persona, tan heladoras, que hizo que mi cuerpo se paralizase ante su súbita presencia. –“Ya me estás explicando que demonios está pasando aquí, Tomek, con una buena excusa. Porque como sea verdad eso de que ahora estás de su lado juro que te mataré aquí y ahora”-.

Continuará…

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