viernes, 29 de julio de 2016

23. Destino incontrolado.

Nota: Veintitresavo capítulo del relato, para ir al primer capítulo pulse aquí:  Capítulo 1

En cuanto Jason me amenazó con tales palabras enseguida me lancé a corregirle para que no hubiese confusión alguna sobre mi lealtad hacia mis amigos. – “¡Jason, tranquilízate! ¡Yo jamás os traicionaría! Si accedí a quedarme con ellos fue porque el padre de Cameron me expuso un trato del que creía que podía aprovecharme para salir con el chico, y con todos vosotros de este lugar lleno de locura. De lo contrario nunca hubiese cedido ante sus chantajes por más favores que me ofreciese.”- Estaba tan absorto en enfrentarme al duro rostro acusador de mi amigo, que en cuanto oí unas risas a mi lado, me sobresalté asombrado al darme cuenta de que había pasado por alto que Jack estaba ahí escuchándolo todo. – “¿Creías que por portarte dócilmente durante unos pocos días podrías engañar a ese tirano? Oh, vamos, no me hagas reír. No sé si echarte directamente a ti la culpa de tus ensoñaciones, o a esta panda de chiflados por llenarte la cabeza de pájaros”- Jack, irrumpió en la conversación sin ser invitado a ella, y señaló a Jason de manera acusativa para representar el culpable del que hablaban sus palabras. El aludido sin embargo, aparte de estar claramente tenso por la situación, no respondió a su tentativa. Volvió a ignorar a su hermano, para dirigirse nuevamente a mí con sus preguntas. –“Tomek, si no fueses tú el que me estuviese diciendo tal disparate juro que no me lo creería. Pensar que podrías engañar a los testaferros desde dentro haciendo un trato con el propio Larson, me parece la cosa más estúpida, e irrealista de este mundo. Sin embargo, se de sobra lo disparatado que puedes llegar a ser en estas situaciones. Así que de momento, voy a ignorar el haberte encontrado en esta sala con este demonio al lado tan tranquilo, después de haberle ayudado, sabiendo todo lo que ha hecho, y te voy a ayudar a salir de aquí junto con Cameron para que nos des las explicaciones pertinentes en casa. Así que vamos, ayúdame a cargar con el chico, que después de todo lo ocurrido no me quedan muchas fuerzas para hacerlo yo solo. En cuanto a ti, perro asqueroso, más te vale no interferir en nuestro plan si no quieres acabar con una bala en la cabeza.”-

Ahora era Jason el que amenazaba a Jack con el dedo mientras el acusado se tensaba ante el desprecio que le procesaba su hermano gemelo. Era increíble el modo en que se parecían. No solo físicamente, lo cual era lógico. Sino en su manera de actuar ante las situaciones adversas. Ignoraba si tal valentía exacerbada venía de familia o solo era cosa suya, pero aunque ambos lo negasen infinitamente, lo cierto era que los dos eran las dos caras de una misma moneda. Por lo que no me extrañó en absoluto, las palabras que salieron de boca de Jack a la hora de contestar a su hermano. – “Atrévete a dar un solo paso hacia la camilla, que te quedas sin tu ojo bueno”-. La tensión entre ambos comenzaba a ser tremendamente peligrosa. Intenté mediar entre ambos, pero haciéndome caso omiso, Jason sin pensárselo dos veces, sacó un arma de su bolsillo a la vez que apretaba los dientes de pura rabia, y se dispuso a disparar sin tener en cuenta ni a los presentes, ni a la situación, ni nada de lo que pudiera ocurrirnos si apretaba el gatillo. Jack por su parte, intentó adelantarse a su movimiento, sacando su arma por puro instinto. Yo sabía que no iba a hacerle daño, pues había vaciado el cargador sobre Charlie previamente, pero Jason lo ignoraba, por lo que no tuve más remedio que gritarle con todas mis fuerzas que no lo hiciera mientras me dirigía a ellos recto como una flecha olvidando yo también la situación. Ya nada existía salvo el hecho de que uno de mis mejores amigos iba a cometer un fraticidio del que luego se arrepentiría enormemente. Corrí con todas mis fuerzas y actuando por puro instinto, empujé a Jack con la suficiente fuerza como para evitar que el rango del disparo que había sentido en ese preciso momento, le alcanzase en zona alguna. No se pudo decir lo mismo de mí, el cual recibió por mi enemigo el impacto en el brazo, justamente debajo de la cicatriz de bala que tenía en el hombro hecha por Jack tiempo atrás.


Tras el tiro sentí como Jason gritaba mi nombre con puro nerviosismo, mientras mi cuerpo era vencido por el dolor, y se dirigía hacia abajo envuelto en un brusco mareo que me impedía asimilar nada de lo que estuviese pasando. Tan solo una vez me encontré cara a cara con el suelo, unos brazos me dieron rápidamente la vuelta para observar como Jason me analizaba con cara de horror, agachado a la par que mi cuerpo, mientras otros ojos me visualizaban desde las alturas de la cama. Cameron parecía haber reaccionado al ruido realizado, y ahora me miraba con esos ojos inexpresivos sin realizar la más mínima reacción al respecto. Eso por increíble que parezca me lleno tanto de alegría que hasta creo que esbocé una sonrisa en mi estado de shock, al respecto. Lo había logrado, había conseguido que Cameron reaccionase aunque fuese mínimamente a su entorno. No todo estaba perdido. Conseguiría que volviese a ser el de siempre aunque me llevase la vida en ello. Solo necesitaba salir de aquí para continuar con mi plan establecido. Por eso intenté dirigirme a Jason, el cuál sin soltar mis hombros gritaba con la cabeza erguida donde me imaginaba que estaba situado Jack, pero mis esfuerzos fueron realizados en vano, pues dada mi debilidad no logré hacerme oír. Tan solo pude ser mero espectador de ver como mi amigo dejaba de gritar para volverse de repente hacia sus espaldas dejando a un lado la discusión con su hermano. Con el ruido del disparo apenas pude oír las pisadas del pasillo, pero en cuanto la persona que se nos había unido alzó la voz para hacerse notar, la reconocí de inmediato muy a pesar mío. –“Que sorpresa encontrarles aquí, caballeros. No sabía que la habitación del señorito Larson había sido autorizada para visitas. Alvery me alegra ver que por una vez has sabido frenar a Sikorski a tiempo de que cometa alguna imprudencia. Te felicito. Además, parece ser que gracias a ello hemos capturado a otro pez de los gordos. Maravilloso. Parece que al fin todo comienza a ir como es debido”- La voz de Hyter inundaba la habitación mientras yo luchaba por mantener la consciencia en estos momentos donde Jason corría un peligro inmediato. Sabía que de los cuatro, él era el único que no contaba con protección alguna. Así que intenté exponer mi culpa a fin de librarle de la muerte, pero las fuerzas me abandonaban por momentos. Tan solo pude oír a Jack exponer –“Sí, por poco nos la lían. En cuanto enfocamos esta planta Tomek corrió hacia esta habitación sabiendo que este estaría intentando liberar a Cameron para escapar todos juntos. Por suerte pude pillarles a tiempo, y por supuesto, ser más rápido que ellos a la hora de disparar”- antes de caer sumido en la más amargura de las inconsciencias.

Cuando logré despertarme me encontré con que el lugar de mi ubicación había cambiado por completo. En dichos instantes, estaba clausulado en lo que parecía un frío sótano oscuro que olía a moho y a metal. Su carcasa parecía de hierro, y unos incesantes golpes inundaban la habitación desde fuera haciéndome saber que no me sería tan fácil escapar sin ser visto por algún testaferro, o criatura.


En cuanto me di cuenta de que me encontraba recluido en dicho emplazamiento, intenté incorporarme rápidamente para analizar la situación, pero una voz sumamente familiar me pidió rápidamente que no lo hiciera. –“Mantente quieto Tomek, o se te reabrirá la herida”- Jason me hablaba a mi lado mientras intentaba comprobar mi pulso. Al fijarme en su rostro me di cuenta de que su ojo bueno había sido también dañado por lo que parecía un impacto directo. Seguramente habría recibido algún golpe para ser recluido junto conmigo, en esa especie de sala mortecina en la que nos encontrábamos en dichos momentos. Mientras me buscaba las pulsaciones se mantuvo en silencio, por lo que aproveché para que me pusiese al día, y de paso, pedirle perdón por las molestias causadas. –“Jason, siento mucho todo lo ocurrido. Ha sido todo culpa mía. No sabes lo que me alegra saber que dentro de lo que cabe estás bien, cuando apareció Hyter no las tenía todas conmigo de que saliésemos vivos ninguno de los dos.”- En cuanto terminé mis palabras dejé que siguiera inspeccionándome en silencio para que se concentrara, y una vez terminado Jason me explicó la parte que me había perdido para poder saber cómo habíamos llegado hasta aquí. –“No cantes victoria tan rápido, Tomek. Viendo nuestras condiciones físicas, y todo lo que sabemos del secreto de Hyter, dudo mucho que nos deje salir de aquí con vida. El haber descubierto el estado de salud de Cameron ha sido el detonante para impulsarle a poner fin a nuestras vidas de una vez por todas”-. Jason me dejó al fin libre y se recostó en la pared con un quejido para dejarme espacio suficiente para que yo también pudiese levantarme en la medida de lo posible. La estancia era lo suficientemente ancha para que estuviésemos los dos tranquilamente a nuestro aire, pero sabía que ahora lo primordial era mantenernos unidos para hacerle frente a ese monstruo, por lo que iniciando una maniobra segura para mi hombro dañado, le comenté a mi amigo lo que pensaba de tal persona. –“No entiendo de verdad, como pudo hacerle eso a Cameron. Se ha condenado tontamente, solo para silenciar al chico. Creía que era un tipo inteligente, ¿cómo pudo dejarse llevar por la venganza siendo él tan frío de por sí?”-.

Mis palabras se veían interrumpidas por cada falta de aliento que me provocaba el movimiento. Aunque parecía que me habían curado la herida antes de meterme en esta especie de zulo, esta supuraba a cada tirón que daba, haciendo que mi hombro febril palpitase desde el interior en un aviso de que parase mi avance. Aun así logré recostarme al lado de Jason, el cual estaba esperando mi reposo junto al suyo en la pared, para proseguir con la explicación. –“Si soy sincero, yo ya me imaginaba algo así por su parte. Hyter siempre nos ha odiado a todos sin excepción. Aunque no es de extrañar. Cuando era pequeño sus padres también murieron a causa de las bestias que asolan este pueblo, pero como eran campesinos no recibió ningún trato de favor por parte de ninguno de nosotros. Simplemente lo recogieron los testaferros malherido, y lo pusieron a trabajar limpiando probetas, y demás. Tengo entendido que cuando te secuestraron, te pusieron a su lado para que te tuviese controlado, pero una noche, Henry y Jeremias, el marido de Magda, irrumpieron en la habitación para llevarte con ellos abandonándole a él en el sanatorio. Según me contó Henry, Hyter quiso irse también con ellos, pero Jeremias no se fiaba, así que de un empujón lo apartó de su lado y echaron a correr contigo. Desde entonces Hyter se dedicó a  prepararse para ser el líder de la organización, y acabar de una vez por todas con todos nosotros. Las bestias y lo demás le dan igual. Él solo quiere apartar a Larson del camino para hacerse con el control absoluto, y aplastarnos a todos como vulgares cucarachas. Por eso el apartar al crío del juego era un plan maestro. Nos hace daño tanto a nosotros como a Larson. Nadie sale impune de ello, y él consigue una ventaja enorme con respecto a los dos bandos. Es retorcidamente asqueroso, pero brillante.”-

Jason se acomodó con un suspiro mientras yo aún asimilaba sus palabras. Henry, el propio Henry el cuál había sido mi mayor apoyo en este pueblo desolador, había dejado atrás a un chico que le había suplicado que le llevase con él. Aun no podía creerlo. Era algo imposible viniendo de una persona tan altruista y bondadosa como lo era él. Por eso, haciendo caso omiso del dolor que me profesaba mi hombro, roté mi cuerpo para visualizar perfectamente a Jason, y le dije. –“Lo siento pero no puedo creérmelo. De Henry no. Él no dejaría a nadie en la estacada por mucho que un amigo suyo se negase a rescatarlo. No era de esa clase de persona y tú lo sabes. Tiene que haber otro motivo por el que Hyter se quedara con los testaferros”-. Jason volvió la cabeza para mirarme mientras suavemente, me negaba mis palabras con el dedo índice. –“Tomek, tienes que pesar que no puedes jugártela siempre por alguien que reclame tu ayuda. Henry en alguna ocasión me dijo que le dio lastima dejarlo allí, pero tanto él como el resto sabíamos que fue una decisión acertada. A saber que hubiese ocurrido si lo hubiéramos traído a nuestro band…”- Jason interrumpió la conversación justo en el preciso momento en que sentimos el cerrojo de la puerta ceder ante la persona que intentaba abrir la puerta en estos momentos. Juntos, intentamos levantarnos a duras penas dadas las heridas que mellaban nuestro cuerpo. Con muchas dificultades logramos hacerlo, y para cuando Hyter irrumpió en la sala, nos encontró a ambos haciéndole frente sin vacilación. –“Buenas tardes caballeros, ya veo que siguen tan activos como siempre. Perfecto. Así podrán disfrutar mejor del espectáculo.”-Dicho esto Hyter se echó a un lado en silencio, y dejó que la puerta abierta iluminase parcialmente la estancia donde nos encontrábamos, dejándonos claramente atónitos ante su movimiento.

No voy a mentir. La posibilidad remota de que nos estuviese dejando en libertad cruzó mi mente como un resorte al oír estas palabras de su boca. –“Les interesará saber que he hecho un pequeño trato con el señor Jack Alvery para asegurarme su silencio. El señorito Larson no sufrirá daño alguno por mi parte en lo que le reste de vida. En lo que a ustedes respecta, caballeros, también se ha llegado a un interés común que creo que beneficiará a todos”-. Era el momento decisivo. Podría ser que Jack se hubiese inventado cualquier excusa para sacarnos de ahí, y gracias a la extorsión hacia Hyter, este hubiese cedido a liberarnos en pos de salvaguardar su mentira. Ahora tan solo teníamos que buscar una forma de sacar al chico de aquí, y ya estaba todo hecho.

Esperé impacientemente a que Hyter siguiera con la explicación mientras mi compañero se tensaba por momentos ante la impaciencia. Él era mucho más desconfiado que yo, y no era para menos, estábamos a la merced de uno de los hombres más sádicos del lugar. Por eso no me sorprendió que Jason le retase con las siguientes palabras. –“Vamos, escúpelo de un vez. Dinos inmediatamente que demonios va a pasarnos”-. Jason levantó con orgullo la cabeza para hacerle frente a Hyter, el cuál seguía con el semblante sereno sonriendo con suficiencia a las palabras de mi amigo. –“Descuide señor Alvery, lo descubrirá más pronto de lo que cree”-. Y sin más dilación, se sacó un manojo de llaves de su habitual bata blanca, y se dispuso a abrir otra puerta que tenía a su izquierda, la cual no habíamos tenido constancia de ella hasta ahora, debido a la escasa visibilidad que teníamos en la estancia.

Con escepticismo pude observar cómo habría la puerta y la dejaba también abierta, exactamente igual que la anterior, pero con un atisbo diferente. De la primera salía una luz penetrante que inundaba la habitación, de esta sin embargo, un ruido hueco indicaba entrever que una criatura habitaba en su interior. Ahora ya sabía de donde procedían los ruidos que escuché al despertar. La habíamos tenido al lado todo el tiempo, haciendo que nuestra posibilidad de escapar fuese desde el principio una ilusión expuesta por ese retorcido ser que ahora se apartaba prudencialmente del hueco expuesto para salir impune de dicho tormento. –“Por desgracia señores, ustedes no correrán la misma suerte que el muchacho. Denle recuerdos al señor Jameson de mi parte en el otro mundo”-. Ese fue mi tope. Podría soportar toda clase de vejaciones, pero que en dicho momento, con la parca mirando nuestros rostros bañados en la desolación, se aventurase a mofarse no solo de nuestra inminente muerte, sino también de la de mi querido amigo Henry, era algo que no podía dejar pasar. Por eso, ignorando todo el dolor, el cansancio, y los gritos de Jason que ya me estaba profanando al ver que me adelantaba con rapidez al doctor, intenté con todas mis fuerzas abalanzarme sobre el para que al menos cayese en desgracia con nosotros, pero una vez más sobreestimé sus capacidades, pues de un gancho con su enorme musculatura, me dejó noqueado al instante, haciendo que mi visión se tornase a rojo intenso por unos segundos. Tuve que apoyarme en la pared para no caerme de bruces contra el suelo, y esperar ahí por el segundo asalto. Pero este nunca llegaría, pues aprovechando la distracción de mi ataque, Jason si logró golpearle, o al menos eso intuí al escuchar el ruido de unas gafas rompiéndose en medio de todo ese caos, y aprovechando el momento. Mi amigo me agarró por mi brazo bueno, y corrió junto conmigo hacia la puerta abierta que nos indicaba el camino hacia la libertad, seguido por el malnacido médico, y unos pasos pesados que me imaginé que serían de la criatura que aguardaba su momento de gloria. Juntos logramos cruzar el umbral, pero entonces en vez de seguir adelante, Jason agarró el pomo de la puerta, y comenzó a cerrarla para que Hyter se quedase encerrado con el abominable monstruo que él mismo había liberado. Nuestro odiado doctor, llegó hasta su posición rápidamente, haciendo fuerza contraria para abrirla del todo y darnos caza, por lo que Jason decidió que necesitaba la ayuda de mi persona para salir victorioso de esta encrucijada. –“¡Tomek, sé que estás mareado pero necesito tu ayuda ahora mismo!”-. Jason apretó los dientes, y tiró con todas sus fuerzas hacia su favor pero el médico no cedía, tenía las de ganar, y lo sabía. Debía hacer algo aunque eso fuese en contra totalmente de mi moralidad de abandonar a alguien a su suerte, por mi amigo, y por todos nosotros. Así que en ese momento de pánico absoluto, lo comprendí. Comprendí lo que Jason quiso decirme antes en la sala, comprendí por qué Henry había abandonado a Hyter a su suerte en ese lugar de mala suerte. Y comprendí que si no ayudaba a mi amigo por salvar una vida maligna a causa de mis valores, otras cientos miles de ellas perecerían por mi decisión. Así que raudamente, me situé al lado de mi amigo, y con mi hombro bueno, hice acopio de toda mi fuerza, logrando cerrar la dichosa puerta, condenando tras de sí, al hombre más vil que había conocido en mi vida.

Si soy completamente sincero, no puedo afirmar como me sentía en dichos momentos, pues con una premura exacerbada, en cuanto se cerró la puerta Jason me gritó que echara a correr hacia las escaleras más cercanas, por lo que teniendo en cuenta el motivo principal de mi visita, le expuse a Jason entrecortadamente por el esfuerzo, el detalle del que se había olvidado hasta el momento. –“¡No podemos irnos sin Cameron, Jason! ¡Tenemos que intentar sacarle de este infierno por todos los medios posibles!”- Jason que ya había echado a correr mientras yo le seguía por el sinuoso pasillo, contestó a mis palabras como si lo que hubiera dicho era lo más obvio del mundo. –“¡Pues claro idiota, ¿A dónde te creías que íbamos sino? Nunca dejaría atrás a ninguno de los nuestros! Esas escaleras dan al piso superior. Si las seguimos encontraremos la planta donde se encuentra Cameron, ¡venga, muévete que no tenemos todo el día!”-. Y así, con una sonrisa en la cara dada por el orgullo que me profesaba la determinación de mi amigo, fuimos camino de rescatar a nuestro compañero para poder huir al fin, de este maldito lugar.


Avanzamos por la ruta previamente seguida con Jack, hasta dar con la habitación del chico, donde irrumpimos sin aliento, y medio mareados por el esfuerzo. Esperábamos encontrarnos a Jack con él, y hacerle frente como pudiésemos para poder llevarnos a Cameron lo más pronto posible, antes de que algún empleado se percatase de nuestra presencia, o de la ausencia de Hyter, y nuestra oportunidad de huir se esfumase. Pero nuestra sorpresa fue mayúscula cuando nos dimos cuenta de que en la habitación no se encontraban ninguno de los dos mencionados, ni el chico, ni el hermano de mi amigo. La cama donde reposaba Cameron estaba ahora vacía, y tan solo un papel doblado por la mitad reposaba en la almohada como toque disonante a una habitación sanitaria normal. Antes de darme cuenta si quiera, Jason ya había cogido dicha misiva, y se disponía a leerla, pero le frené antes de que pudiera hacerlo por miedo de empeorar su salud. –“Déjamela a mí, te la leeré en alto para que no tengas que forzar el ojo que aun te queda operativo”-. Y con dichos ecos, mi amigo cedió esperando que pronunciase las palabras adecuadas que nos explicasen donde estaba nuestro querido amigo.

“Hyter, diría que siento haberte engañado, pero si así lo expusiese mentiría. Eres el ser más despreciable y miserable que he conocido nunca. Así que créeme cuando te digo que esto me resulta más sencillo de lo que se podría esperar en un principio. Llevo toda la vida observándote, y por fin he podido pillarte en un descuido. Aprovechando que estás más pendiente de los cazadores que de otra cosa, me llevo a Cam conmigo, para poner a Larson de mi parte, y así acabar contigo de una vez por todas. Mentiría si dijese que no espero morir por mi supuesta traición a la orden que conlleva todo este asunto, pero acepto con gusto la muerte si con ello consigo arrojar una luz de esperanza a este caos en el que vivimos todos sumergidos. Así que Hyter, recuerda esto, porque quiero que te venga a la memoria cuando estés cara a cara con la muerte. No eres el rey, ni la reina, ni si quiera un alfil. Eres un mísero peón que se ha creído lo suficientemente fuerte como para entorpecer el verdadero propósito de todos en este lugar. El tener una vida pacífica y feliz. Así que disfruta de la decepción, y de tu próxima muerte, demonio.
Jack Alvery”.


En cuanto dejé de leer Jason y yo nos quedamos petrificados en el sitio, asimilando la situación. Ahora la sartén estaba firmemente sostenida por nuestra mejor y peor opción al mismo tiempo. Solo esperaba que con todo este sin dios, el pobre Cameron no sufriese más de lo que había padecido como diana de todos los testaferros. Estando por una vez la buenaventura de su lado.

Eso es todo por hoy. Si entran en Dunwich no olviden repasar sus lecciones de ajedrez. Puede que un olvidado caballo les haga jaque en la misma misiva del olvido.
Con afecto.

Tomek Sikorski

No hay comentarios:

Publicar un comentario